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'Mofli, el último koala', Nostalgia TV

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Mofli tiene sueño, Mofli se ha dormido, Mofli tiene miedo, Mofli se ha escondido…

Cuando me dispongo a escribir un nuevo Nostalgia TV, muchas veces me asalta la tentación de rendir homenaje a las series que más me marcaron de niña, las que más me gustaban y servían como ingrediente para condimentar unos estupendos juegos con el resto de chiquillos. Ya entonces debíamos ser un proyecto de seriéfilos empedernidos porque muchas veces usábamos a los personajes de los dibujos animados para transformarnos y vivir sus aventuras.

‘Mofli, el último koala’ inspiró muchas tardes de entretenimiento. Eso de salvar a un adorable y tierno animalillo en peligro de extinción tenía unas connotaciones de heroicidad demasiado golosas como para caer en saco roto. Lo cierto es que el koala Mofli llegó a nuestras mentes de niños para despertar en más de uno la conciencia ecológica, y, aunque sólo sea por eso, merece ser el protagonista de nuestra sección.

La historia

Durante los trece capítulos (sí, sólo trece, habría jurado que fueron muchos más) que conformaron la serie, se nos contó una historia que sucedía en un pequeño pueblo de Australia, Rivermint, en el que un eminente doctor, un tanto chiflado y despistado, como marca el estereotipo, descubría al último koala vivo que habitaba en el planeta. La serie estaba ambientada a principios del siglo XXI y a nadie le resultó rara la posibilidad de jugar con la total extinción de este marsupial, que, de hecho, como sabéis, es una especie protegida.

Ante la noticia de la existencia del animal, rápidamente, muchos individuos de toda índole (representando ciertos colectivos sociales muy reconocibles) viajaban hasta el lugar para tratar de hallar al koala y proceder con él de manera interesada, o sea, no muy amistosa, intentando usarlo en su propio beneficio, económico o incluso (y nada sorprendente) como un trofeo que coleccionar. Afortunadamente, Mofli, ése era su nombre, contaba con la inestimable ayuda de Corina y Bruno, dos niños que se entablaban amistad con él y se decidían a protegerlo de los peligros que pudieran acecharle.

Los personajes retrataban un amplio espectro (un tanto estereotipado, eso sí) de la sociedad. Con una simbología muy marcada, cada uno de ellos parecía representar una virtud o un defecto del ser humano. Estaba la ternura y el amor encarnado en Corina, la valentía en Bruno, el egoísmo y la prepotencia de Rebeca, una niña superarchimultimillonaria que quería a Mofli como si fuera un objeto a coleccionar… Estaba Bailosolo y su falsa amistad con Corina en pro de un beneficio económico, y también uno de los elementos más “futuristas” de la serie: el presentador Bob Detroit, el showman de Mundivision, un hombre que disponía de más cámaras que la casa de ‘Gran Hermano’.

La conciencia natural

La historia de Mofli es muy sencilla y sus connotaciones y metáforas parecen muy evidentes, pero no por ello suponen un desmérito. Mofli es el representante de todas las especies del planeta que se encuentran en peligro, y que tienen en el ser humano a su más grande enemigo, pues son muchos los que no tienen ningún escrúpulo a la hora de tratar de cazar a un animal en peligro de extinción. Es más, al quedar pocos, parece tener mucho más mérito su captura, y el que alcanza la presa espera ser admirado y envidiado por los demás, que no son tan supermanes como él.

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La serie parece querer decirnos que los niños que, como se dice tantas veces, son el futuro, a través de valores como la amistad, el respeto o el amor a la vida, serán capaces de cambiar esta forma de ver las cosas. Por eso, recae en Bruno y Corina la tarea de proteger a Mofli. Unos niños, que aprecian al animal por lo que es y no por lo que representa, son los mayores defensores del tierno marsupial y, de hecho, los únicos en los que él confía.

‘Mofli, el último koala’ emanaba muchos valores en cuanto al respeto no sólo a los animales sino también a la naturaleza y a los propios seres humanos. Las relaciones entre algunos personajes podían parecen tópicas y un poco burdas por su aspecto infantil pero eran reflejo de ciertos servilismos que, por desgracia, todos estamos acostumbrados a ver: el trato preferente al rico, el tratar de pasar por encima del otro, considerado un rival y nunca un igual… son sólo algunos ejemplos.

La polémica entre la productora y TVE


Pero las series de televisión no son sólo historias entrañables y dibujos de colores, detrás de ellas hay un desarrollo industrial con sus avatares varios como pasa con todo hijo de vecino. La historia de esta serie está marcada por la mala relación que se estableció entre la productora de la misma, Equip Studio, y la cadena.

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En un primer momento, parece que Equip no cumplió con los plazos de producción establecidos y la cifra original de 26 capítulos, se vio reducida a la mitad. Y después, cuando TVE vio la serie que la productora había preparado se negó a darla por buena, considerándola de baja calidad, sobre todo en lo relativo al dibujo, entendiendo que no estaba a la altura del desembolso económico que había supuesto. Equip se vio obligada a rehacerla y, por fin, pudo estrenarse el 30 de septiembre de 1987.

Al margen de estas polémicas de despacho, para todos nosotros quedó para siempre el recuerdo de esta ficción infantil que entretenía, divertía y nos enseñaba a querer un poquito más a los que no pueden defenderse solos.

Ficha Técnica: Mofli, el último koala

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  • Título Original: Mofli, el último koala
  • Género: Dibujos animados
  • Cadena: La 2
  • Disponibilidad DVD: Serie completa

En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV


'Urgencias', Nostalgia TV

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Los jueves a las 10 de la noche fueron, durante muchos años, un horario de gran prestigio en la NBC. Desde principios de los 80 se habían visto ahí títulos como ‘Canción triste de Hill Street‘ y ‘La ley de Los Ángeles‘, precedidos por algunas de las comedias de más éxito de la parrilla, así que la cadena no programaba ese hueco a la ligera. Por lo tanto, cuando en el otoño de 1994 comenzó a emitirse ahí ‘Urgencias‘, no podía ser una serie de médicos como todas las que se habían visto hasta ese momento. Su creador era el escritor de best-sellers Michael Chrichton, que había sido médico antes, y la serie estaba producida por Steven Spielberg.

Y eso que la NBC, al principio, no estaba muy convencida de tener otra serie médica después de ‘St. Elsewhere‘, y tenía reticencias al ver que la CBS iba a estrenar otro título con la misma temática, ‘Chicago Hope‘, creada por David E. Kelley y con Mandy Patinkin de gran protagonista. Así que optaron por estrenar ‘Urgencias’ el lunes, contra la retransmisión de fútbol de americano en ABC, y funcionó tan bien, que la movieron casi enseguida al jueves, donde se convirtió en un fenómeno en audiencia y lanzó al estrellato a todo su reparto, formado entonces por actores prácticamente desconocidos entre los que se encontraba un tal George Clooney.

Por qué fue un éxito


El guión de lo que luego sería el piloto de ‘Urgencias’ lo había escrito Crichton en 1974, sin lograr que nadie se interesara en él, pero en los 90, al empezar a colaborar con Spielberg para llevar al cine su libro, ‘Parque Jurásico‘, el director le propuso recuperar dicho guión y transformarlo en un piloto de dos horas, cambiando sólo un par de cosas. Desde ese mismo piloto, se aprecian las cualidades de la serie que la transformarían en una de las más vistas durante la segunda mitad de la década de los 90. Contándonos una guardia de 24 horas en el hospital, y siguiendo principalmente a un nuevo residente, el doctor Carter, ‘Urgencias’ nos mete de lleno en la trama con un gran ritmo, unos personajes claramente definidos desde el primer momento, un tratamiento del espacio y la iluminación muy realista y, de remate, el capítulo termina con un gran golpe de efecto; el intento de suicidio de la enfermera Carol Hathaway por culpa de su complicada relación con el doctor Doug Ross.
urgenciasS5 El reparto de Urgencias en la quinta temporada.

Fue idea de Spielberg evitar que Hathaway muriera, y así comenzó una de las relaciones más seguidas por los fans en esos primeros años. Pero, aunque la interacción entre el personal del hospital se trataba, y había sus relaciones amorosas, sus amistades y sus enfrentamientos, lo que le interesaba más a la serie era el día a día del hospital, el frenesí que podía haber en ocasiones en las urgencias del ficticio County General de Chicago, y enseguida se hicieron muy célebres sus escenas con la cámara siguiendo por el pasillo a los médicos y las secuencias en los boxes, en las que los pacientes recibían la primera atención y que destacaban por la gran cantidad de personajes, jerga médica, ruido y ritmo que había en ellas.

El baile de actores

Una de las claves de la longevidad de la serie, que duró 15 temporadas, fue su capacidad para ir renovando el reparto según se iban marchando algunos de sus integrantes. Sherry Stringfield (la doctora Lewis) fue de las primeras en hacerlo, pero los huecos se fueron cubriendo con la doctora Weaver, la doctora Corday, el doctor Romano… Si se marchaban Ross y Carol Hathaway (las dos salidas de más renombre, junto con la doctor Greene, que tal vez fue la más emocional para los fans por cómo ocurrió), entraban nuevos personajes como Abby Lockhart o Luka Kovacs. No todos funcionaban igual de bien, y Kovacs (Goran Visnijc), por ejemplo, tuvo el difícil papel de sustituir a Ross, pero ‘Urgencias’ iba manteniendo su esencia básicamente igual. Incluso sobrevivió a varios cambios de showrunners, siendo el más conocido probablemente el que llevó la serie hasta la tercera temporada, John Wells.

er13 El reparto de Urgencias en la 13ª temporada.

Por el County General pasaron actores que entonces no eran aún famosos, como Maria Bello, Alex Kingston, Jorja Fox, Elizabeth Mitchell o Mekhi Pfiffer, a otros que ya tenían algún proyecto que los había puesto en el radar de Hollywood y optaban por enrolarse en la serie de la NBC, como Parminder Nagra, que venía del éxito de ‘Quiero ser como Beckham‘, o Ming-Na, que era más o menos conocida por ‘El club de la buena estrella‘. En sus 15 años de vida, y conforme fue teniendo más éxito, ‘Urgencias’ también vio pasar a muchas estrellas que se prestaban a interpretar a pacientes o a personajes que se cruzaban en las vidas de los doctores, desde Ewan McGregor a Susan Sarandon, pasando por Ray Liotta, Alan Alda y hasta Dakota Fanning. Incluso llegaron a tener a Quentin Tarantino dirigiendo un capítulo, y hasta se atrevieron a hacer un episodio en directo.

Premiada y reconocida


Lo cierto es que ‘Urgencias’ representa uno de los últimos ejemplos de los dramas que las networks programaban a las diez de la noche, dramas que se atrevían a tocar temas adultos y que no sólo figuraban entre los más vistos de la parrilla, sino que además eran de los preferidos por los premios. La serie ganó 22 de los 124 Emmys a los que estuvo nominada (ostenta, de hecho, el récord histórico en cuanto a candidaturas totales), incluyendo mejor actriz secundaria en 1995 (Julianna Margulies) y mejor drama en 1996. Su sombra se extiende, además, bastante más allá de lo que parece. Estableció un nuevo estándar en las series de médicos, especialmente en la coralidad del reparto y las historias que se trataban, e influenció con su forma de rodar los capítulos a títulos, a priori, tan alejados de ella como ‘Battlestar Galactica‘.

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En ‘Urgencias’, el trabajo de los médicos no tenía ningún glamour, el hospital tenía constantemente problemas financieros y sus empleados muchas veces veían como la burocracia o el protocolo a seguir en ciertos casos chocaba con sus propósitos de ayudar a algunos de sus pacientes. No obstante, la serie podía desplegar también un estupendo humor negro (que probablemente alcanzó su cima con cierto accidente de helicóptero), y aunque lógicamente no pudo conservar su calidad hasta el final, sí que dejó para la posteridad unos buenos personajes y unos episodios tremendamente entretenidos, que manejaban varias líneas argumentales al mismo tiempo y que lo mismo podían ser muy dramáticos o más ligeros y divertidos. Su final, en 2009, marcó también el fin de una época dorada para los dramas de las networks y, sobre todo, para la NBC, que hace mucho que no es ni la sombra de lo que fue cuando se estrenó ‘Urgencias’.

Eso sí, lo que siempre fue un martirio fue seguirla a través de La 1, la cadena que empezó a emitirla en España. Nunca terminó de funcionar bien y enseguida pasó a verse casi de madrugada, y sin que se supiera cuándo iban a estrenarse las nuevas temporadas.

Ficha Técnica: ‘Urgencias’

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  • Título Original: ER
  • Género: Drama médico
  • Cadena: NBC (1994-2009)
  • Emitida en España: TVE
  • Disponibilidad DVD: Serie completa

En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

'Juzgado de guardia', Nostalgia TV

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Hace unos años, todo esto de la ficción lo vivíamos de una manera diferente. Éramos unas criaturas sonrosadas y felices y nos sentábamos frente a la pantalla convencidos de que la televisión nunca arrojaría sobre nosotros un contenido abusivo, o aburrido o incluso las dos cosas. No sabíamos qué serie era ésa que acabada de empezar pero nos disponíamos a darle la oportunidad que entonces considerábamos más que justa.

Así es como me choqué yo con ‘Juzgado de guardia’, una de esas ficciones que resulta además que son una comedia que empiezas a ver cada día casi sin darte cuenta, algo rutinario que hacer a determinada hora del día, y que, con el paso del tiempo, se convierten en una de tus actividades favoritas y, cuando la recuerdas con los años, te das cuenta de la suerte que tenías porque tu tele pública se preocupara por traerte ficción de calidad.

El típico juzgado atípico

‘Nigth Court’ fue una sitcom estadounidense emitida por el canal NBC a largo de nueve temporadas entre los años 1984 y 1992. El creador de la serie es Reinhold Weege, que había trabajo en ‘Barney Miller’, una comedia policíaca de la que tomó amplias referencias. ‘Juzgado de guardia’ nació con el propósito de contarnos, a través de sus 22 minutos, las hilarantes peripecias de un juzgado de Manhattan, sin olvidar ciertas connotaciones sociales que se podían extrapolar de algunos casos.

Todo comienza con la llegada de Harry Stone, un joven juez amigo de las bromas y los trucos de magia, al turno de noche de un juzgado de Manhattan. Las maneras divertidas y atolondradas del juez rápidamente chocan con las dinámicas de la corte. El resto de trabajadores también ostentan un perfil muy particular que ayudó a lograr una comedia con toques incluso surrealistas.

La serie contaba con apenas cuatro escenarios: la sala del juzgado, el despacho del juez, una pasillo y una cafetería. No había casas ni salones. No hace falta señalar lo bajo que podían ser sus presupuestos y lo buenos que debían ser sus guiones para aguantar el ritmo. Los personajes estaban muy vinculados al trabajo que desarrollaban y casi todas las tramas emanaban de allí. Algunos de los temas podían ser muy duros pero siempre se le daba un tratamiento blanco. Además, el giro surrealista de muchos de los conflictos era otra de las señas de entidad de ‘Juzgado de guardia’.

De hecho, siempre que se habla de esta serie, se hace hincapié en el hecho de que las tramas más realistas del principio dejaron paso a situaciones disparatadas y cargadas de inverosimilitud, como el capítulo en el que el mismísimo personaje del Coyote, hacía un cameo interpretando a un abogado defensor o el final del personaje de Bull en el que anunciaba que se mudaba de planeta.

La fauna del juzgado

El actor Harry Anderson tuvo gran importancia en el desarrollo final de ‘Juzgado de guardia’. Conocido por sus apariciones en ‘Cheers‘ o en ‘Saturday Night Live’, a su faceta de cómico añadía la de mago, cualidad que traspasó a su personaje de juez, una faceta que no tenía en un primer momento. Los métodos del juez eran poco ortodoxos y primaban las soluciones felices que contentaran a todo el mundo.

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El fiscal Daniel R. Fielding, interpretado por John Larroquette, se convirtió en otro de los imprescindibles. Era un personaje políticamente incorrecto que nos hacía reír por su narcisismo y su egoísmo, por su manera de ver las cosas y por no tener pelos en la lengua. Pertenece a esa estela de secundarios que tienen todas las cualidades para caer mal al espectador pero que se convierten en uno de los favoritos por la gracia y el estilo con el que llevan a cabo sus bravuconadas. De hecho, hacia las últimas temporadas, la carga protagonista se fue reconduciendo en él, arrebatándosela al simpático y bienintencionado y un poco santurrón juez.

Un caso curioso es el de la abogada defensora, la que parecía tener todas las papeletas para vivir una tensión sexual de manual con Harry. Hasta cuatro actrices cubrieron esa vacante. La primera, simplemente durante el piloto. En la primera temporada tuvimos a Paula Kelly, en la segunda a Ellen Foley y, por fin, y ya en la tercera temporada, llegó Markie Post que se haría fuerte con su personaje de Christine Sullivan, con el que aguantaría hasta el final de la serie.

El resto de trabajadores del juzgado también merecen una mención especial. Eran profesionales pero disparatados, tenían costumbres bizarras pero formaban equipo y se ayudaban unos a otros. Quizá el más recordado sea Bull Shannon, el aguacil interpretado por Richard Moll. Era grandote y de aspecto rudo, pero muy sensible y casi infantil. Unas connotaciones que parecían aludir a Frankenstein y le daban a Bull una personalidad única.

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Además, no podemos olvidar a los episódicos, esos personajes que trataban de arreglar sus problemas legales cada noche en el tribunal del juez Stone. Algunos resultaban tan carismáticos que aparecían en más de un capítulo haciendo que con su simple presencia, el espectador se sonriera, anticipando la comedia. La prostituta Carla Bouvier, el vagabundo que trabaja para el fiscal o el emigrantre ruso Yakov Korolenko son sólo algunso ejemplos.

Algunas curiosidades

  • Una nota un tanto luctuosa en lo referente a la serie se refiere al personaje de la “alguacila“. Durante las dos primeras temporadas, la actriz Selma Diamond dio vida al personaje de Selma Hacker, la sarcástica e implacable compañera de Bull. Pero una enfermedad acabó con su vida y en la tercera temporada fue sustituida por Florence Halop que, casualmente, falleció un año después a causa de la misma enfermedad que había padecido Diamond. Marsha Warfield fue la tercera encargada de cubrir el papel, en esta ocasión, hasta el final de la serie.

  • La sintonía de la serie, aún muy recordada, estuvo a cargo del compositor Jack Elliot, también creador de la de ‘Barney Miller’ o ‘Los Ángeles de Charlie’. Además, fue rescatada para la webserie ‘Homestar Runner 2.3’.

  • Hace poco, la televisión actual nos trajo a los actores de ‘Juzgado de guardia’ haciendo un cameo de lujo en ‘30 Rock‘, en el episodio de la tercera temporada: ‘Una reunión de amigos de Juzgado de guardia’. La trama del capítulo nos hablaba de un “problema” del personaje del conserje, Kenneth, traumatizado porque siempre deseó que el final de la serie fuese la boda de Harry y Christine.
  • Ficha Técnica: ‘Juzgado de guardia’

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    • Título Original: Night Court
    • Género: Sitcom
    • Cadena: NBC (1984-1992)
    • Emitida en España: TVE, Cuatro
    • Disponibilidad DVD: En inglés: 6 primeras temporadas; en castellano: 2 primeras temporadas

    En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'Corrupción en Miami', Nostalgia TV

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    Es domingo y toca sintonizar nuestro canal vintage. Si tuviera que representar la serie de la que hoy quiero hablaros con tres iconos, como en aquel juego que os propuso mi compañera Noelius con la imagen de la semana, me decantaría sin duda por estos tres: americana tono pastel, Ferrari Testarrosa y un bigotazo estilo Olmos (Edward James). Y no os costaría nada adivinar que hoy vamos a recordar ‘Corrupción en Miami’ aquella serie que revolucionó el género policíaco y cambió el perfil de cop uniformado y con tendencia al colesterol, por un James “Sonny” Crockett (Don Johnson) que se ajustaba bastante a los cánones de galán de la época y su compañero de redadas, Ricardo “Rico” Tubbs (Philip Michael Thomas). Después del salto, cabecera mítica donde las haya.

    No es otra serie de polis

    En ‘Corrupción en Miami’ Sonny y Tubbs se introducían en el turbio mundo de las drogas, las armas y la prostitución como policías infiltrados bajo los seudónimos de ‘Sonny Burnett’ y ‘Ricardo Cooper’ (por qué no cambiaban sus nombres de pila es un misterio). Y aunque se movieran por los bajos fondos de Florida, vivían vidas de lujo y glamour: Ferraris, chicas en bikini y ropa de Armani. La serie salió de la factoría NBC, la misma creadora de otros personajes que, de un modo a otro, luchaban porque la ley se cumpliera, como Michael Night (‘El Coche Fantástico’) y ‘Magnum’ (prueba irrefutable de que en los ochenta se llevaban los bigotes grandes y espesos). Se emitió desde 1984 hasta 1989 (amén de posteriores reposiciones; es más, a día de hoy, FOX Crime la incluye en su parrilla). En España, pudimos verla de la única manera posible: en TVE.

    De alguna manera, esta ficción venía marcada por su predecesora en el género, ‘Canción triste de Hill Street’, también de NBC. De hecho, ambas contaron con Anthony Yerkovich como guionista. Pero mientras que las tramas de aquella se desarrollaban en la cotidianeidad de una comisaría de policía y tenían una mayor carga personal, la serie de Sonny y Ricardo nos adentraba en un mundo mucho más peligroso y con más acción. Y, sobre todo, los protagonistas se desenfundaban el clásico uniforme azul para convertirse en aladides de la moda.

    Creando tendencia

    ‘Corrupción en Miami’ supuso una revolución en muchos sentidos; no sólo por ser una revisión del género. De alguna manera, se convirtió en “programa contenedor” de modas y tendencias. Incluso su banda sonora se convirtió en un éxito y su tema principal, compuesto por Jan Hammer, se llevó dos Emmys: a la mejor actuación instrumental pop y a la mejor composición instrumental. Y no sólo eso; cada capítulo ofrecía una gran selección musical: U2, Dire Straits, Phil Collins, Police… La serie se convirtió en un escaparate de la industria musical de la época.

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    Todo lo relacionado con la serie se convertía inmediatamente en éxito: las gafas de sol de Crockett (Ray Ban aumentó las ventas de ese modelo desde que Don Jonhnson las luciera en la serie), la superposición camiseta-chaqueta (incluso se habla de una publicidad encubierta de Adolfo Domínguez que revertió en el éxito de la marca), la barba de tres días y hasta la arquitectura Art Déco que tanto se estilaba en Miami Beach. Todo ello envuelto en tonos pastel, que tan bien combinaban con el estilo de Don Johnson. ‘Corrupción en Miami’ fue también la responsable de que generáramos una impresión colectiva de Miami como un lugar exótico, donde los flamencos y los loros campaban a sus anchas.

    Unos policías singulares

    Crockett tenía una vida, cuanto menos, rara. Vivía en un barco con su caimán Elvis. Excombatiente en Vietnam, exfutbolista profesional y ligón por vocación, acaba dedicando su vida a combatir el vicio en Miami. A él se une, ávido de venganza, Tubbs, que perdió a su compañero persiguiendo a un traficante por las calles de Nueva York, al que le siguió la pista hasta Miami, pasando a formar parte del Departamento en el que Crockett trabaja. La rabia y la sed de venganza marcarán su personaje. Tubbs es, como Sonny, un hombre estiloso y un mujeriego empedernido.

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    Dirigiendo el Departamento Anti-vicio, otro singular policía, el Teniente Castillo (Edward James Olmos), un hombre parco en palabras y, sobre todo, en expresión facial. Sorprende que aquella interpretación le valiera dos premios Emmy (en 1985 y 1986), teniendo en cuenta su incapacidad para transmitir. Pero no fueron éstos los únicos galardones que se llevó la serie: desde que comenzara su emisión, fue una habitual entre los nominados, incluyendo la categoría de mejor serie dramática. Más allá de los premios, pesa sobre todo el reconocimiento unánime de la crítica, que coincide en reconocerla como una de las ficciones más innovadoras de la televisión; la primera serie, según la Revista People, “que parecía realmente nueva”.

    Ficha Técnica: Corrupción en Miami

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  • Título Original: Miami Vice
  • Género: Policíaco
  • Cadena: NBC
  • Emitida en España: TVE
  • Disponibilidad DVD: Serie completa

  • En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'Apartamento para tres', Nostalgia TV

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    La llegada de las teles privadas a nuestra rutinaria parrilla, allá por los 90, marcó un hito, ya lo sabemos todos. La oferta se diversificaba y podíamos elegir entre varios productos. Personalmente, sentía una chaladura tal por llegar a abarcar todos los programas que se ofrecían que creo que incluso tardé en darme cuenta de que Antena 3 y Telecinco solían echar mano de series antiguas para cubrir su parrilla. Yo sólo sabía que se me ofrecían historias que antes no había visto, y que, además, resultaban muy divertidas.

    Algo así sucedió con ‘Apartamento para tres‘ una comedia estadounidense emitida por el canal ABC entre 1977 y 1984. Es cierto que entonces tal vez éramos menos exigentes, pero al recordar esta serie no puedo evitar pensar cómo una historia con cierto espolón podía resultar aún contemporánea. Seguramente, si la viéramos ahora, le pesarían las arrugas y los pantalones acampanados, pero se trata de una esas comedias construidas magistralmente para que ninguna de sus piezas chirriase y, que ayudó a crear un modelo de sitcom que todavía hoy perdura en muchas de sus pautas.

    Un remake americano

    ‘Un hombre en casa’ es el nombre de la serie original británica producida por Thames Television entre 1973 y 1976 que dio paso a este remake que hoy ocupa nuestro Nostalgia TV. El éxito de la serie inglesa llevó a que la sitcom saltara al otro lado del charco y alcanzara gran popularidad. No menos conocidos son los spin-off que nacieron de entre sus filas. De la mano de los personajes de ‘Los Roper’, los vecinos entrometidos que son un verdadero esterotipo de las sitcoms hogareñas y que sigue funcionando como un tiro (véase entre nosotros el caso de ‘La que se avecina’ y todo lo que la rodea) nació una comedia que inclusó alcanzó más éxito que su predecesora pues se centraba en las historias “cafres” de sus protagonistas, a los que no se salvaba del pozo de la caricatura y la exageración sin ningún trazo amoroso que dulcificara sus rasgos.

    La historia de ‘Apartamento para tres’ tiene una premisa que, hoy por hoy, resultaría bastante pasada de moda, ingenua y hasta un poco casposa. Todo comienza cuando dos compañeras de piso: Janet y Chrissy, necesitan encontrar a un tercer acompañante para compartir los gastos de su estupenda casita. El elegido es Jack Tripper, un estudiante de cocina que abre unos ojos como platos de Benny Hill al ser consciente de la suerte que va a suponerle vivir bajo el mismo techo que dos bellezas.

    Este tópico tan manido se ve redondeado por la intromisión de los caseros/ vecinos de las chicas: los Roper. Una caricatura más negra y también más profunda y adulta del personaje de “vigilante”. Para que su casero no ponga pegas a la presencia de Jack en la casa, al nuevo trío de compañeros no se le ocurre otra genial idea que inventar que Jack es gay y, por tanto, no debe tener ningún interés carnal en las dos féminas que le acompañan. Así que la virtud de las chicas está salvada.

    Con el paso de los años, la trama horizontal de esta sitcom no aguanta un nuevo examen. La “caracterización” gay del personaje masculino no resulta ni verosímil ni divertida a estas alturas. Pero, en su momento, la serie, heredera además de muchas de las tramas inglesas, se centraba en conflictos muy blancos e incluso bobos, algo frívolos, en los que nunca “llegaba la sangre al río” y donde la felicidad se reinstauraba bajo un sol que nunca se había nublado del todo. Los personajes vivían en ese “limbo” que plantean algunas sitcoms en las que los problemas surgen por malentendidos y/o por necesidades bastante livianas y relacionadas con un modo de vida hedonista y relajado, y no por problemas cotidianos que surjan del día a día y de la complicada relación que los humanos tenemos con aquello que nos rodea: la familia, el trabajo, los pagos…

    Tópicos que funcionan

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    Esta comedia de enredo resulta casi modélica a la hora de establecer un esquema de qué funcionaba en las sitcom de los 70. En primer lugar, un contexto paradisíaco. Los tres compañeros de pisos vivían en una especie de ‘Melrose Place‘ de la época, con todas las comodidades y lujos urbanísticos y sin ninguna rubia sociópata con falso aspecto de vecina angelical. En este marco tan agradable, asaltado por los picantes momentos que tres jóvenes en el esplendor de sus vidas están “condenados” a disfrutar, los personajes protagonistas eran tópicos ambulantes, pero funcionaron muy bien de cara a la audiencia. Rápidamente identificables, causaban empatía tanto en el sector masculino como en el femenino.

    Jack Tripper, interpretado por el inolvidable John Ritter, era el protagonista masculino. Se trataba de un estudiante de cocina torpe pero bienintencionado. Representante de una vieja fantasía masculina que coloca al varón entre dos mujeres jóvenes y bellas con las que no tiene ningún compromiso sentimental y al que el hecho de compartir techo puede llevarle a encontrar a sus compañeras enfrascadas en la peripecia más sugerente que se pueda imaginar. Su mayor conflicto partía de la duda sobre con cual de las dos coquetearía más abiertamente. Ah, y por supuesto, el “disimular” delante de sus vecinos sus verdaderos apetitos sexuales. Se trata de un tipo de galán muy curioso que ha tenido continuidad después. No demasiado guapo, no demasiado inteligente, sus maneras bondadosas y amables le convierten en un tierno objetivo para las chicas, que nunca le ven como alguien peligroso sino más bien, como a un osito al que domesticar. Las circunstancias vitales le llevan a, sin comerlo ni beberlo, estar en el punto de mira de unas chicas que, en esa época, aún buscan un buen padre para sus hijos.

    Janet Wood es una de las compañeras de piso de Jack. Interpretada por Joyce DeWitt, el paso del tiempo y los cambios en el reparto la convirtieron en la verdadera pareja con tensión sexual no resuelta etc de Jack. Tal vez en ello influyó el hecho de que se mantuvo durante las ocho temporadas de la serie, lo que la convirtió en una veterana que contaba con el favor de la audiencia de cara a una posible “competidora” por el amor de su compañero. Eran dos chicas y tenían que ser dos esterotipos femeninos diferentes. A Janet le tocó ser la seria y formal profesional que sabía afrontar con madurez los hechos y que, en fin, podía resultar un tanto Pepito Grillo. Por cierto, era morena, como suele pasar con tantos personajes a los que pretende “camuflárseles” la belleza bajo una supuesta intelectualidad que no deja paso para nada más.

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    La tercera pata de esta silla era Chrissy Snow, una rubia tan despampanante como corta de luces, una relación directamente proporcional entre ambas facetas. Interpretada por Suzanne Somers, cargó con gran parte del tono cómico y de slapstick de la serie. El personaje trabajaba como secretaria y su verdadero nombre era Christmas Snow (Nieve de Navidad). Su comicidad venía porque, hablando claro y llano, estaba buena y pretendía no saberlo. Incapacitada para la maldad o la detección de una mala intención, sus problemas venían por ser tan guapa y tan buena gente y porque tantos y tantos hombres pretendían aprovecharse de su sexual candor. Tanta bondad no tuvo contrapartida en la vida real pues Somers hizo temblar los cimientos de ‘Apartamento para tres’ cuando, en la quinta temporada, pretendió un aumento de sueldo y el 10% de las ganancias de la serie. La negativa de los productores tuvo como resultado el sabotaje de la rubia actriz, que se dedicó a presentar partes médicos falsos para cubrir sus ausencias. Finalmente, la actriz fue sustituida por otra rubia primero y otra rubia después, en el tercer caso, y a diferencia de sus predecesoras, un personaje más inteligente y sagaz.

    Manual para comedias blancas

    Muchas veces hemos oído que en sitcom funcionan estructuras con seis personajes fijos y potentes. El resto de protagonistas que no vivía en ese apartamento que venía a ser como una casa de chocolate con sujetadores tendidos, estaba formado por otros tres modélicos y sólidos tópicos conformados por el amigo mujeriego y caradura de Jack, el (otro tópico que nos acaba de centrar al personaje) vendedor de coches usados, Larry Dallas. Una mosca alerta a posarse en el hombro de la chica.

    Y para cerrar el elenco y, para muchos, las verdaderas estrellas del show, puesto que consiguieron un spin-off que es tanto o más recordado que la serie origen, los caseros de los chicos, el matrimonio formado por Los Roper. Propietarios del edificio, esto les daba todo el poder para meterse en los detalles más íntimos y vergonzantes de sus inquilinos, y el derecho a manipular, malmeter y, por supuesto, criticar. Dejaron la serie para protagonizar la suya propia después de la tercera temporada, y aunque fueron sustituidos por una nueva casera, no se pudo recuperar la comicidad de sus personajes, aunque construidos también desde el tópico, auténtico puntal de la modernidad de la serie, puesto que eran crudas caricaturas sin ningún lugar para la redención. Exagerados y radicales, hacían las delicias de un público que quería algo más que edulcoradas relaciones.

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    ‘Apartamento para tres’ no sea quizás la comedia más recordada, la de los diálogos más brillantes y las situaciones más divertidas, pero es un buen ejemplo de cómo se trabajaban los productos en una época de la televisión en la que cada detalle era estudiado al dedillo, para conseguir un encaje perfecto de piezas y dar al espectador ni más ni menos que lo sus expectativas demandaban: humor blanco con toques de ligera sexualidad, chicos y chicas guapos de una clase media con aspiraciones y situaciones rocambolescas bajo la placidez de una primavera eterna.

    Ficha Técnica: Apartamento para tres

    apartatresdvd
  • Título Original: Three’s Company
  • Género: Sitcom
  • Cadena: ABC
  • Emitida en España: Telecinco, Localia
  • Disponibilidad DVD: Inglés: Serie completa. Español: Tres primeras temporadas

  • En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'Juego de niños', Nostalgia TV

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    Juego de niños, nostalgia TV

    Había una vez un mundo imaginario pensado por niños y habitado por extraños seres, mitad paquidermos, mitad aves, llamados (sabiamente, con la lógica aplastante que manejan los críos a los 4 años) ‘Gallifantes’. Ese universo se llamaba ‘Juego de Niños’ y llegó a existir, en aquella época tan feliz que fue la infancia televisiva de la Generación ‘Bola de Cristal’. Se emitía en TVE y aunque casi todos asociamos este concurso al rostro de Sardà, lo cierto es que él sólo fue el último de una lista de célebres presentadores. ¡Dentro cabecera!

    Una idea original

    ‘Juego de niños’ fue un concurso ideado por el autor catalán Miquel Obiols (‘Planeta Imaginario’) en 1988 y se emitió hasta 1992. Ya sabemos por la experiencia de productoras como El Terrat o Gestmusic (y detrás de ellas, sus profesionales) cómo de creativas pueden ser las ideas que se gestan en la industria audiovisual catalana. Pero es que este espacio bebía directamente del surrealismo de Obiols (y éste, a su vez, de las vanguardias de principios del siglo XX). Él creó, como decíamos, un ‘mundo’ televisivo tal y como lo interpretan los niños. Ellos mismos se encargaban de hacer las preguntas a los concursantes; pero no eran preguntas fáciles… ¿O acaso adivinariáis qué palabra están definiendo estos graciosos niños murcianicos, si no os lo chivara el rótulo?

    Ahí estaba la gracia: había que pensar como un niño. Si esto lo hubiera descrito un adulto, hubiera ido al grano y todo hubiera sido aburrido y aséptico. Pero el pensamiento de un niño no es lineal: varía según los caprichos de su imaginación. Así que los concursantes, dos anónimos ayudados por dos famosos, no lo tenían nada fácil para acertar la respuesta y hacerse con cuantos más gallifantes mejor. Estos eran la moneda de cambio en ‘Juego de niños’: se acumulaban como puntos y después se canjeaban en metálico para ser donados a una ONG o una entidad sin ánimo de lucro. Pero los invitados, como recuerdo de su paso por el programa, se iban a casa con una versión en bronce de este animal, que se convirtió en mucho más que un símbolo del programa: pasó a formar parte de nuestra cultura popular televisiva y le cogimos cariño aunque no lo entendiéramos (como a Cobi).

    Gallifante

    Un gran elenco de presentadores

    El espacio fue conducido en sus inicios por la actriz Amparo Soler Leal, cuya experiencia en televisión se limitaba a la ficción, pero que tenía a sus espaldas un gran bagaje teatral, unas aptitudes muy útiles para un programa como éste. Tomó el testigo Ignacio Salas, al que estabamos acostumbrados a ver junto a su inseparable Guillermo Summers. Juntos condujeron programas como ‘Y sin embargo, te quiero’, siempre con el humor por bandera. Se convirtieron, además, en los protagonistas de las campañas publicitarias de Citröen que veíamos por aquel entonces.

    Ignacio Salas en 'Juego de niños'

    En 1991 Tina Sáinz se convirtió en la nueva presentadora. La veterana actriz tampoco se había puesto nunca a los mandos de un espacio que no tuviera nada que ver con el teatro. Muy habitual en series y, sobre todo, en estas representaciones teatrales emitidas en TVE, su rostro se haría más popular para los telespectadores más jóvenes con su paso por ‘Compañeros’. Pero sin duda, si ‘Juego de niños’ tuvo un presentador emblemático, ese fue Xavier Sardà.

    Un jovencísimo Sardà (se estrenó como presentador con tan sólo 32 años) que, en aquel momento, presentaba La Bisagra en RNE. Su incursión en la televisión se limitaba a su trabajo como guionista en el programa conducido por su hermana, Rosa María Sardà, ‘Ahí te quiero ver’. ‘Juego de niños’ fue su puesta de largo y supuso el descubrimiento de un gran animal televisivo, un showman, un excelente entrevistador y un profesional que, también, tuvo su época de sombras, cuando ‘Crónicas Marcianas’ se convirtió en un ‘Pre-Sálvame’.

    Una estética vanguardista

    Otro Javier que ayudó a aportar la esencia a ‘Juego de niños’ fue el célebre diseñador Javier Mariscal. Se hizo cargo, durante dos temporadas, tanto de los grafismos como de los decorados. Cuando Sardà se puso al frente del programa, el plató se trasladó a ‘su casa’ y Mariscal diseñó un espacio muy en su línea: una casa hecha con muebles gigantes, muy colorida y rozando el surrealismo, algo que encajaba muy bien con las definiciones sui géneris de los niños.

    Plató de Juego de Niños

    Eso sí, el gallifante se lo debemos única y exclusivamente a Obiols. Fue el auténtico padre de aquella criatura fabulosa, que, en realidad, apareció por primera vez en ‘Planeta Imaginario’, como protagonista de una historia, aunque, entonces, sólo tenía forma en la imaginación de los niños. Años después, Obiols intentó repetir el gran éxito de ‘Juego de niños’, incluyendo también a los más mayores. Se llamó ‘El juego de las lunas’ (Canal+). La mecánica era la misma, sólo que esta vez, las definiciones las daban participantes desde los 5 hasta los 85 años. En 2006, pudimos revivir los míticos momentos de los niños y sus locuras gracias al canal temático de TVE que conmemoraba sus 50 años de emisión.

    Ficha Técnica: Juego de niños

    Libro de Juego de niños
  • Título Original: Juego de niños
  • Género: Concurso
  • Cadena: TVE
  • Disponibilidad DVD: No

  • En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    '3x4', Nostalgia TV

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    3x4, Nostalgia TV

    La memoria es caprichosa a la hora de recopilar sus archivos; cuando pienso en este concurso, me vienen a la cabeza dos recuerdos imborrables: el flequillo imposible de Julia Otero y el rechazo que nos produjo Isabel Gemio cuando intentó ocupar el lugar de esa Julia que consiguió meterse al público en el bolsillo con su simpatía natural. Ambas fueron (cada una a su estilo) conductoras de este divertido (y sorprendente, visto con los ojos de hoy) concurso, que nos acompañó en las sobremesas de TVE de 1988 a 1990 y que se emitió en los dos canales del ente. Después del salto, disfrutad de los estilismos de finales de los 80.

    La época dorada de los concursos

    En un principio, ‘3×4’ se pensó sólo para las emisiones de TVE en Cataluña. Esto fue en 1987 y de la mano de un hoy en día veterano de los concursos, Jordi Hurtado. Pero un año después el programa dio el salto a nivel nacional y triunfó. Por aquel entonces, nos pirrábamos por los concursos,el talón de aquiles de la televisión actual: ‘El Precio Justo’ (¡A jugar!), ‘Si lo sé no vengo’ o ‘El tiempo es oro’ compartieron parrilla y fueron auténticos hits de la época. En este escenario, ‘3×4’ aportaba dinamismo, divertimento y un punto de originalidad.

    3x4, panel

    ‘3×4’ era un combinado de secciones que tan pronto encajaba en la etiqueta de concurso como en la de magazine, pero no tal y como lo entendemos hoy. Las preguntas se alternaban con reportajes, actuaciones musicales (desde C.C. Catch a Los Ronaldos)o entrevistas a famosos personajes del mundo de la cultura; de ahí la fusión de formatos. Pero lo más innovador de ‘3×4’ eran sus premios, puesto que era el propio concursante el que elegía el regalo que conseguiría: según su valor económico, el programa decidía cuántos puntos necesitaba acumular para llevárselo. Y había peticiones para todos los gustos. Eso sí, independientemente de este premio, los concursantes también optaban a llevarse un cochazo de la época, ¡un Peugeot 205!

    Las pruebas

    Si hubo una prueba que se hizo popular en el programa fue la Prueba de los teléfonos. Para poder llevarse el premio final (el coche), el concursante debía resolver un enigma relacionado con una localidad española, contando para ello con los listines de Páginas Amarillas, la lista de prefijos y tres teléfonos. Se le permitía hacer una única llamada desde cada uno de ellos. Las guías telefónicas eran aquí la clave: se debía contactar con la persona adecuada para resolver el enigma. Es decir, que se debían utilizar las key words precisas para que los teléfonos indexaran correctamente a la respuesta. En cierto modo, la prueba de los teléfonos era, por su dinámica, algo así como el Google pre-Internet.

    3x4, teléfonos

    También muy popular era la prueba de los monitores numerados, con una importante presencia en el plató. La mecánica era muy sencilla: se trataba de juegos visuales, acertijos o pruebas de memoria, nada complicado. Los espectadores también tenían protagonismo en el concurso: podían enviar sus preguntas a los concursantes o incluso optar a un premio gracias a ‘La llamada inmediata’, que se realizaba en directo desde el plató. Pero el elemento más singular en la dinámica del concurso eran, sin duda, los comodines.

    3x4, comodines

    Susana Egea (acriz, vedette y mito erótico) hacía las veces de stripper: era la encargada de ir tumbando los comodines que tapaban sus vergüenzas. Si se diera el caso de que el concursante gastara todos sus comodines, habría una imagen fugaz de un semi-desnudo (muy semi, porque nunca se pasó más allá de la insinuación). Pero no deja de ser chocante que un programa matinal, de corte familiar, incluyera este ‘guiño erótico’.

    Los presentadores

    Aunque fue Jordi Hurtado el primero en conducir este espacio, en 1987, él sólo fue presentador de pleno derecho para los telespectadores catalanes. El resto conocimos este concurso de la mano de Julia Otero, que se hizo, desde entonces, archipopular. La comunicadora aportó mucha frescura al programa: era un rostro joven, empatizaba muy bien con el público y, según ella misma admitió, se divertía muchísmo presentándolo. Y eso se transmitía. Además, marcó tendencia con su peinado pseudopunk. Su gran labor le valió el TP a la mejor presentadora en 1988.

    Julia Otero

    Precisamente la fama que le dio este programa fue la causa de que tuviera que dejarlo: el magazine ‘La Lluna’, que por aquel entonces presentaba y que se emitía sólo en TVE Cataluña, pasó a la televisión nacional para sustituir a ‘Tariro, Tariro’, cambiando, además, su día de emisión y provocando los problemas de incompatibilidad que hicieron que Otero pasara el testigo de presentadora a Isabel Gemio. Obviamente, a todos nos cayó mal desde el pricipio. No es que tuviera la culpa, es que todos nos habíamos acostumbrado a Otero y aquel cambio nos sentó muy mal.

    Sin embargo, Isabel Gemio no fue la última en ocupar ese puesto. Constantino Romero ya había sustituido a Julia durante el verano de 1988 mientras que un jovencísimo (y por entonces desconocido) Jordi González fue el presentador suplente durante su último verano en parrilla, en 1990. Su oportunidad fue breve; tan sólo tuvo tiempo de presentar unas pocas entregas antes de que ‘3×4’, que había pasado a emitirse por las tardes y, durante un tiempo, en La 2, desapareciera debido a los malos datos de audiencia.

    Ficha Técnica: 3×4


    Logo 3x4
  • Título Original: 3×4
  • Género: Concurso
  • Cadena: TVE
  • Disponibilidad DVD: No

  • En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'La familia Monster', Nostalgia TV

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    nostalgia_monster
    Uno de los proyectos que despierta más curiosidad de la próxima temporada televisiva en Estados Unidos es ‘Mockingbird Lane‘, la nueva versión de ‘La familia Monster‘ que Bryan Fuller está desarrollando para NBC. No tiene aún fecha de estreno, pero nos sirve de excusa para recuperar la serie original en la que se basa, una comedia familiar de los 60 cuyo primer gag eran, precisamente, sus protagonistas, un grupo de monstruos clásicos del cine que se comportaban como cualquier otra familia de clase media de los 60 que los estadounidenses podían ver por televisión. Algo, por cierto, que se estaba haciendo ya, de modo parecido, en ‘Los Picapiedra‘.

    No era una idea nueva. Desde los años 40 circulaba por los estudios Universal una idea de hacer una serie de animación con algunos de los monstruos que el estudio había utilizado en sus películas de terror de la década de 1930, aprovechando también que la revista New Yorker publicaba con bastante éxito la tira de ‘La familia Addams‘, que luego se transformaría a su vez en serie de televisión. Hasta principios de los 60 no empezó a desarrollarse el proyecto, como una sitcom en CBS, y pasó por varios guionistas antes de que se rodara un piloto, en color, de 15 minutos, que nunca se emitió pero que sirvió para que la cadena decidiera quedarse con ella. En aquella presentación, Lily se llamaba Phoebe y se parecía demasiado a Morticia Addams y Eddie, su hijo, era demasiado sarcástico para lo que ellos buscaban, que era una comedia más blanca y familiar.

    Una familia “normal”


    Como decimos, la gracia del concepto de ‘La familia Monster’ es que se comportan como una familia normal, con el contraste de que son realmente monstruos. El padre, Hermann, es el monstruo de Frankenstein, su mujer, Lily, es una vampiresa, el abuelo es Drácula, el hijo, Eddie, es un hombre lobo, y sólo Marilyn, la sobrina, es la típica chica rubia normal. Hermann trabaja en la funeraria local y Eddie va al colegio también en Mockingbird Heights, y los problemas que suelen tener son los habituales en este tipo de comedias. De vez en cuando, sin embargo, parte de la historia del capítulo estaba motivada por algún aspecto más acorde con las películas de terror, pero con el giro amable y humorístico de la serie. El abuelo, por ejemplo, tenía un laboratorio en el sótano y un murciélago como mascota (llamado Igor), la mascota de la familia era el dragón Spott y Lily andaba a menudo cocinando conjuros con sangre de ratón y cosas así.

    themunsters

    Porque ésa era otra mitad de la gracia; los Monster también hacían cosas más asociadas con su condición de personaje de película de terror, como conjuros, o convertirse en murciélagos u hombres lobo, pero se mostraba como si fuera lo más normal del mundo. Se movían en un coche que era una versión king size de un coche fúnebre, y su casa era gótica y estaba llena de humo por los pasillos, cuartos poco iluminados y todos los detalles estilísticos que el público había aprendido a reconocer del género de terror que se hacía en Universal. Todo esto ayudó a que ‘La familia Monster’ tuviera una acogida más o menos aceptable en CBS y aguantó en la parrilla dos temporadas, entre 1964 y 1966. La cadena terminó cancelándola después de que su audienca se resintiera mucho ante la competencia de ‘Batman‘, que era en color. Sin embargo, su emisión sindicada hizo que terminara convirtiéndose en una de las comedias de esa época recordadas con mayor cariño, y hasta propició un breve regreso a televisión, en los 90, precedido de una tv movie.

    Un reparto curioso


    Uno de los aspectos más peculiares de ‘La familia Monster’ era la procedencia de sus intérpretes. Fred Gwynne (Hermann) interpretaba al padre como una especie de antecedente de Homer Simpson, bastante infantil y tontuelo, aprovechando la versatilidad que había mostrado en cine, en ‘La ley del silencio‘, y en una comedia de policías para televisión. Al Lewis (el abuelo Drácula) era un activista izquierdista muy activo, que hasta intentó en los 80 presentarse a gobernador de Nueva York, y que se prestaba a repetir su papel del abuelo vampiro allá donde lo requirieran, y curiosamente sólo era un año menor que su hija en la ficción, Yvonne de Carlo, que había conocido ciero éxito en el cine en los 50 gracias a su participación en ‘Los diez mandamientos‘ y ‘Salomé‘, entre otras, pero su carrera había languidecido bastante antes de que llegara ‘La familia Monster’. En 1972, Stephen Sondheim escribió un personaje en su musical ‘Follies’ específicamente para ella. El papel de Marilyn, por otro lafo, estuvo interpretado por dos actrices, Beverly Owens y Pat Priest.

    Serie de culto



    La emisión en sindicación, como ya hemos dicho, convirtió ‘La familia Monster’ en una serie de culto, mientras en España pudimos verla dentro de ‘La bola de cristal‘, siendo uno de los últimos programas en blanco y negro, si no el último, que se emitió regularmente en la televisión española. Y como curiosidad, Herman y Lily fueron de los primeros personajes en la televisión de Estados Unidos en compartir una cama sin que sus intérpretes estuvieran casados en la vida real. En todas las series familiares, hasta ese momento, marido y mujer dormían siempre en camas separadas. Llegó a haber cómics y videojuegos de la serie en los 80 y los 90, y no puede negarse que el look de Lily Monster es uno de los favoritos de Alaska. ¿Logrará el remake de Bryan Fuller el mismo éxito?

    Ficha Técnica: La familia Monster

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    • Título Original: The Munsters
    • Género: Comedia fantástica familiar
    • Cadena: CBS (1964-66)
    • Emitida en España: TVE
    • Disponibilidad DVD: Serie completa

    En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV


    'Humor Amarillo', Nostalgia TV

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    Humor amarillo_NostalgiaTV

    Aunque ha habido versiones y adaptaciones para todos los gustos y a pesar de que Cuatro recuperó el original en 2006, para nosotros sólo habrá un ‘Humor Amarillo’ y es ese que nos llegó gracias a la “cadena amiga”, gestionada, por aquel entonces, por Lazarov. Estrenábamos la década de los 90 cuando este programa se convertía en hit y pasaba a formar parte de nuestra idiosincrasia televisiva. Y en esto tuvieron mucho que ver sus míticos (e inimitables) comentaristas, Juan Herrera y Miguel Ángel Coll. ‘Humor Amarillo’ en España no hubiera sido lo mismo sin ellos, sin sus doblajes chorras y sin el chino Cudeiro (aunque paradójicamente, era japonés). Comenzamos nuestra emisión de hoy en Nostalgia TV… “¡Al turrón!”

    El Castillo de Takeshi

    El director de cine japonés, Takeshi Kitano (amén de actor, productor, guionista, poeta y un largo etcétera)ideó esta especie de gymkana imposible en la que una horda de japoneses dirigidas por el General Tani debía asaltar su castillo tras superar dolorosas pruebas de destreza y habilidad. El ganador conseguía un millón de yenes, pero eran muchos los que se quedaban en el camino, atrapados por el Chinotauro, bombardeados por los cañones de Nakasone o amedrentados por la Yakuza tras perpetrar una canción en el Karaoke Bar. Hasta casi cincuenta pruebas a las que enfrentarse para conseguir derribar las defensas de la fortaleza de Kitano. Algo así como un videojuego llevado a la práctica real.

    El Castillo de Takeshi

    Toda esta locura se materializaba en ‘Takeshi Jō’ (El Castillo de Takeshi), un concurso en tono de humor emitido en la japonesa TBS (Tokio Broadcasting System), conducido por Takeshi Kitano, Junior y sus secuaces, que acabó dando la vuelta al mundo. En España se espaciaron las entregas hasta 1995; después pasó a Cuatro, aunque cambiaron las voces (y con ellas, la esencia). Mediaset, dueña de los derechos, lo ha incluido en la programación de dos de sus canales menores, Energy y La Siete.

    Las pruebas

    Reconozcámoslo: qué nos gusta una caída. Por algún motivo inexplicable nos resulta gracioso ver a alguien escalabrarse y a los japoneses más aún. Los concursantes de ‘Humor Amarillo’ se sometían a ese tormento con espíritu entusiasta y una sonrisa perenne, como sólo ellos saben. Y no era fácil: desde la pequeña muralla china hasta el combate de Sumo, pasando por la tabla de planchar/surfear, había mil oportunidades de partirse el cráneo y/o ser atacado por los esbirros de Kitano. Quizás, una de las más míticas sea la prueba de las zamburguesas, en la que los participantes se las jugaban cruzando un río sobre unas rocas, que podían ser fijas o no. Había varias técnicas: una, atravesarlo como una gacela, casi levitando, para evitar pisar una roca falsa. La otra, más prudente, consistía en tantear cada piedra antes de apoyarse en ella. Sin embargo, ninguna de estas tácticas garantizaba el éxito.

    Lo cierto es que no era nada fácil llegar hasta el castillo. Superar todas las pruebas requería resistencia física y una mente fría. En el Laberinto del Chinotauro eran muchos los que caían presa del pánico, en cuanto de veían atrapados entre alguna puerta y Juanito Calvicie y Paco Peluca, los guardianes. Tampoco es nada fácil atravesar un puente colgante mientras te acribillan con pelotas o superar un circuito de obstáculos montado en una bici-ballena.

    La versión española

    Aunque ya había bastante tela que cortar sólo con lo que nos llegaba originariamente de Japón, lo cierto es que en cada país hacían suyo ‘Humor Amarillo’, haciendo gala de un particular estilo. Así, Telecinco se sacó de la manga una de las cabeceras más cutres del mundo (“el mejol, el humol amalillo”) pero convirtió el espacio en programa de culto gracias a la intervención de sus narradores/dobladores. Ellos crearon todo un universo particular, que nada tenía que ver con el programa, inventando personajes como Dolores Conichigua o el mítico Chino Cudeiro, que, como Kenny en ‘South Park’, moría en casi todos los programas. Cudeiro (Miguel Ángel) era el realizador del programa y víctima de esta particular broma, que duró mientras se emitió.

    Paco Peluca

    Además de crear personajes a su antojo (Pinky-Winky, el Dúo Pirata) les atribuían una nueva personalidad; el reportero, Pepe Livingstone, encargado de entrevistar a los concursantes que eran eliminados, era representado como un ligón que quería llevarse a todas a las chicas a su caravana. Practicaban también el doblaje dadaísta, un estilo muy similar a lo que hacía Joaquín Reyes en Mundo Viejuno o Retrospecter. Así, nunca supimos lo que decían realmente los concursantes, pero a cambio nos regalaban esas historias surrealistas y aportaban un valor añadido a un ya de por sí mítico e inimitable programa, por mucho ‘Wipeout’ y ‘Guaypaut’ que quieran vendernos ahora.

    Ficha Técnica: Humor Amarillo


    Humor Amarillo_Play
  • Título Original: 風雲!たけし城 Fūun! Takeshi Jō
  • Género: Concurso
  • Cadena: TBS
  • Emitida en España: Telecinco
  • Disponibilidad DVD: No

  • En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'En busca de Carmen Sandiego', Nostalgia TV

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    Nostalgia TV - En Busca de Carmen Sandiego

    La 2 de Televisión Española siempre fue, en los noventa, el sitio de los dibus. ¿Cuántas horas habremos pasado toda una generación pegados al televisión merendando o desayunado con La 2 puesta? El caso es que hoy tenemos en nuestra sección de Nostalgia TV otra de las grandes series de dibujos animados que veíamos en el canal en el contenedor infantil de turno. En esta ocasión nos encontramos con ‘En Busca de Carmen Sandiego‘.

    ‘En busca de Carmen Sandiego’ (‘Where On Earth is Carmen SanDiego?’) fue una serie de animación de cuarenta episodios (divididos en cuatro temporadas) emitidos por FOX los sábados por la mañana entre los años 1994 y 1999, llegando a España poco tiempo después. La serie nos presentaba las aventuras de Ivy y Zack, dos hermanos que trabajan con la agencia ACME para (intentar) capturar a la mayor ladrona del mundo: Carmen SanDiego.

    Lo cual no sería nada fácil ya que Sandiego fue una ex agente de ACME, por lo que conoce todos sus trucos y siempre va un paso por delante. Pero claro, Carmen tiene su corazoncito y les deja pistas de adónde se dirige que el equipo, ayudados por JEFE, el ordenador central, deberá resolver. Nos encontramos con una serie en la que los protagonistas, y los espectadores, recorrerán el mundo mientras aprenden sobre él.

    Una franquicia multiplataforma

    Where in the World is Carmen Sandiego

    ‘En busca de Carmen SanDiego’ no era sino otro producto de una gran franquicia surgida a mediados de los ochenta. En 1985 Brøderbund Software sacó al mercado (primero para Apple II y después para otros sistemas) ‘Where in the World is Carmen Sandiego?‘ un vídeojuego protagonizado por esta muchacha de gabardina roja. El videojuego era sencillo aunque adictivo, vayas tardes he pasado jugando a la edición Deluxe para PC en su disco de 5½. El jugador era agente de ACME y a través de diversas pistas “geográficas” había que descubrir el paradero de la villana.

    Tras el éxito de este juego vendrían más, siempre con el propósito de educar a los niños e inculcarles nociones de geografía e historia. Así Brøderbund sacó al mercado ‘Where in time…?’, ‘Where in the Universe…?’ ‘Where in USA…?’ y similares. Pero no solo quedó allí sino que a comienzos de los 90 PBS realizó dos concursos infantiles. Incluso TVE estrenó en 1995 ‘¿Dónde se esconde Carmen Sandiego?‘, su propia versión del concurso presentado en su edición española por Luis Montalvo y Lola Muñoz.

    Una serie que educa y entretiene

    A la hora de realizar ‘En Busca de Carmen Sandiego’ FOX tuvo sus pegas. Brøderbund Software ejerció un control férreo sobre la producción de la serie, supervisando el guión de todos y cada uno de sus episodios ante su preocupación por el tono violento de otras series animadas de FOX como ‘X-Men’ o ‘Power Rangers‘. Afortunadamente no era muy difícil “plegarse” a los designios de la empresa debido al componente educativo que poseían.

    Sin embargo pese a este carácter nunca dejó de ser una “animación”, proponiendo escenarios de todo tipo. Esto es así hasta el punto que al finalizar la primera temporada empezamos no solo a perseguir a Sandiego por todo el mundo sino por todo el tiempo. Así los guionistas podrían explorar escenarios como la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Además, poco a poco, la serie iría explorando más y más al personaje pasando al paso de los episodios de ser la típica villana a una anti heroína con mucho trasfondo detrás. De hecho es una de las cosas por las que me pareció un personaje fascinante.

    ‘En busca de Carmen Sandiego’ era la típica serie que te dejaba clavado ante el televisor, sobre todo a todos aquellos que nos gustaba la geografía y la historia. Una serie con labor educativa que obtuvo en 1995 un Emmy a mejor programa de animación, siendo nominada a la misma categoría durante toda su andadura (compitiendo contra seriacas de la talla de ‘Animaniacs’ o ‘Rugrats‘).

    Ficha Técnica: En Busca de Carmen Sandiego

    Where on Earth is Carmen Sandiego

    • Título Original: Where on Earth is Carmen Sandiego?
    • Género: Animación, educativo
    • Cadena: FOX (1994-1999)
    • Emitida en España: TVE 2
    • Disponibilidad DVD: Serie completa

    En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'Pepa y Pepe', Nostalgia TV

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    ntvpp

    Algunas series tienen la habilidad de traspasar el mero entretenimiento para convertirse en referentes de la cultura audiovisual de una época. En ocasiones, resulta mucho más interesante y edificante lo que una ficción que, supuestamente, no va de nada nos puede mostrar sobre la vida diaria y la realidad en la que todos tratamos de manejarnos, que otras muchas historias con premisas grandilocuentes y filosofías de todo a cien.

    Para mí, ‘Pepa y Pepe’ es de las mejores series que se han visto en este país. Es curioso cómo una comedia, una sitcom de 25 minutos, (sí, también se han hecho sitcoms en España de 25 minutos) protagonizada por una familia (¿otra sitcom protagonizada por otra familia?) podía resultar tan fresca y divertida, tan original, incluso inquietante en algunos momentos, con un núcleo fuerte construido con personajes auténticos y con matices.

    Las familiares aventuras de una familia

    ‘Pepa y Pepe’ era una comedia que nos mostraba las aventuras y (más bien) desventuras de una familia de cinco miembros: el matrimonio formado por Pepa y Pepe y sus tres hijos, con personalidades y gustos diferentes. Los mayores conflictos que presentaba la trama estaban relacionados con la economía doméstica. No era difícil ser testigos de una cena familiar en la que Pepa anunciaba, con dolor pero también resignación, que la cuenta corriente estaba vacía.

    En aquellos tiempos, no estábamos acostumbrados a ver series (y mucho menos comedias) que nos mostraran al españolito de turno tan de verdad. Lo ordinario era ser espectadores de familias que vivían en buenas casas y que no tenían ni un problema económico. Manuel Iborra, el responsable de la serie, nos traía conflictos muy reales, que podían ser incluso incómodos y duros para una sitcom pero que la familia resolvía, principalmente, porque se querían, se apoyaban los unos a los otros y se ayudaban.

    Este gusto por el realismo se reflejaba también en los decorados, la luz o el vestuario. Recuerdo que el salón de la familia estaba siempre atiborrado de chaquetas, revistas, cojines, todo en un caótico orden que transmitía ambiente casero. En este sentido, tal vez os parezca una tontería, pero en fin, que ya sabéis que en las comedias familiares hay muchas escenas en las que los miembros de la casa comparten la cena o la comida. Pues bien, nunca he visto unas secuencias que me parecieran tan de verdad alrededor de una mesa como las de ‘Pepa y Pepe’. Me acuerdo perfectamente de Verónica Forqué masticando una croqueta mientras le echaba una bronca a su marido o a María rebañando el yogurt mientras pedía una moto.


    Los personajes

  • Pepa: El personaje interpretado por Verónica Forqué era el de una ama de casa que lleva los pantalones en el hogar. Conseguía ser temperamental y dulce a la vez, apasionada y tierna, en una combinación muy realista pero yo creo difícil de lograr. Trabajaba en un restaurante y llevaba la casa, estaba obsesionada con su familia aunque trataba a sus hijos con muchísima más libertad que su marido. Podía ser chabacana y mística, pero siempre, siempre, muy divertida
  • Pepe: Tito Valverde es el segundo de los actorazos que nos brindaba esta comedieta. Pepe era un hombre bueno, un tanto manso, que vivía ultrapreocupado por la seguridad de sus hijas y los novios que pudieran tener. Sentía pasión por el futbol y no era raro ver secuencias en las que estuviera viendo un partido. Además, tenía como una especie de zoológico en casa. Amaba a los animales, un prueba más de su bonachonería y solía llevar una cacatúa blanca (¿era cacatúa) sobre el hombro.
  • María: La hija mayor de la familia y, si no me equivoco, el primer personaje para María Adánez. María era presumida, egocéntrica y muy insegura. Tan pronto quería ser actriz, como modelo, como artista, pero lo que tenía muy claro es que quería una moto. Sus asuntos amorosos llevaban de cabeza a la familia, sobre todo, a su padre.
  • pepaypepe

  • Clarita: Me gusta llamarla como lo hacía su madre en la serie porque además es un nombre que no le pegaba nada. Silvia Abascal había tenido algún pequeño papel en ficción, por ejemplo en el ‘Un, dos, tres’, pero con ‘Pepa y Pepe’ tuvo su gran oportunidad. Era inteligente, fría e irónica. Contrastaba completamente con su hermana mayor, con la que se llevaba como el perro y el gato. Con una estética grunge, sus perspectiva vital era pesimista, algo novedoso para una niña en televisión.
  • Jorge: el pelirrojo de la casa, el pequeño. No recuerdo que Carlos Vilches haya tenido mucho recorrido actoral después de esta serie y tampoco se puede decir que su personaje fuera la bomba. De hecho, yo lo consideraría uno de los “puntos flojos” de ‘Pepa y Pepe’, no hablaba mucho, ni tenía protagonismo. Era un personaje pasivo que recibía las acciones de los demás: las bromas de sus hermanas, los besos de su madre, los juegos de su padre.
  • Julia: la tía Julia ni era tía ni nada; era la íntima amiga de Pepa, pero todos la querían como a una más de la familia. El personaje de Isabel Ordaz me recuerda en muchos aspectos al interpretado después como “La hierbas”. Una mujer muy mística, centrada en la meditación, que había viajado mucho y conocía las costumbres más extrañas de los monjes de Cualquierlugarlandia. Muy curioso de este personaje era la relación de “envidia” que se establecía con Pepa. A menudo, Pepa sentía admiración por las aventuras que vivía Julia, una mujer libre y sin ataduras pero, no menos a menudo, a Julia le habría gustado tener una familia como la de Pepa. Insatisfacción humana, así somos.
  • Influencias de la serie

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    ‘Pepa y Pepe’ está considerada, y no sin razón, como un remake español de ‘Roseanne‘, la serie protagonizada por Roseanne Bar y John Goodman. Al igual que en ella, las relaciones familiares y los conflictos económicos estaban a la orden del día.

    Pero ‘Pepa y Pepe’ tuvo mucha repercusión en España. Todavía hoy muchas familias recuerdan esta sitcom sin pretensiones que se dejaba ver fácilmente y que sabía como tocar los temas más sensibles. Después de la serie, en la vida de los actores hemos visto muchos guiños de su paso por la comedia. ‘El tiempo de la felicidad’, por ejemplo, es una película dirigida también por Manuel Iborra y protagonizada por Verónica Forqué, en el papel de sus hijas tenemos, ni más ni menos, que Abascal y a Adánez. Estaba claro que el triángulo funcionaba.

    Y un poquito más cerca, si recordamos al personaje de María Adánez en ‘Aquí no hay quien viva’, podremos fijarnos en qué actriz hacía de su hermana. No era otra que Silvia Abascal. Para terminar, una pequeña mención a ‘La vida de Rita‘. Dirigida por Iborra en 2003, nos hablaba de la vida de la dueña de un bar (Verónica Forqué) que tenía dos hijas. Para mí, recogía completamente el espíritu de ‘Pepa y Pepe’ pero no tuvo su éxito a pesar de ser una serie de bastante calidad.

    Ficha Técnica: Pepa y Pepe

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  • Título Original: Pepa y Pepe
  • Género: Sitcom
  • Cadena: TVE, FDF, CMT
  • Disponibilidad DVD: No

  • En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'Poirot', Nostalgia TV

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    Las series de detectives son un clásico en las parrillas de todas las televisiones del mundo. Y no estamos refiriéndonos a series de policías que investigan todo tipo de casos en una gran ciudad, sino a detectives que trabajan solos, con una gran inteligencia y habilidades deductivas y que se dedican a resolver los asuntos más complicados, o más delicados, muchas veces concernientes a personas de buena posición. Aquellos detectives, de los que Sherlock Holmes es el máximo exponente, constituyen gran parte de la ficción detectivesca de la solución del problema, historias en las que lo más importante es la presentación del misterio y de la resolución del mismo de un modo que permita al lector intentar unir los puntos por sí mismo. Entre los autores que más trabajaron este género se encuentra, por supuesto, Agatha Christie, quizás la más conocida entre los escritores de la Edad de Oro de las historias de detectives, que creó varios de estos personajes que alcanzaron gran fama e influencia en la ficción posterior.

    Uno de los más conocidos, pero curiosamente el que Christie más detestaba, era Hercule Poirot, un detective privado belga afincado en Londres, de pequeña estatura y ya cierta edad, muy afectado y con gran seguridad en sí mismo, muy preocupado por su aspecto personal (y por el cuidado de su bigote) y sumamente inteligente y discreto. Cuando ponía sus células grises a trabajar, Poirot casi nunca se equivocaba. Como decimos a su autora no le gustaba especialmente (probablemente prefiriera escribir para Miss Marple), pero fue de sus creaciones más famosas. Incluso, de todas las adaptaciones al cine y la televisión que se han hecho de sus obras, la serie ‘Poirot‘ puede ser la más conocida. Producida por ITV a partir de 1989, llegó en medio de una gran tradición de películas para televisión de las novelas de Christie, pero su éxito las superó a todas.

    El protagonista

    Como decimos, Hercule Poirot era un detective muy particular. Le irritaba sobremanera que confundieran su país de origen y pensaran que era francés en lugar de belga, y podía ser realmente cansino con sus peticiones de que las cosas se hicieran como él quería. Por otro lado, y esto es una de las mejores cosas de las historias de Christie protagonizadas por él, aprovechaba en su favor todo lo que podía los prejuicios de los ingleses hacia los extranjeros, y también las asunciones que hacían del lugar que ocupaban en el mundo allá por los años 20, cuando la escritora lo creó en ‘El misterioso caso de Styles‘. La peculiar personalidad de Poirot se plasmó en el cine a través de Albert Finney, que lo interpretó en ‘Asesinato en el Orient Express‘, y de Peter Ustinov, que le daba un mayor toque cómico, mientras en televisión se convirtió en el papel de la vida de David Suchet, un actor teatral que había participado en bastantes producciones de época para televisión y que dio vida al detective durante doce temporadas entre 1989 y 2009.

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    El Poirot de Suchet era menos “raro” que el de Finney y menos humorístico que el de Ustinov, pero no perdía sus idiosincrasias, ni su acento, ni su exasperación ante algunas costumbres rurales inglesas (como la obsesión por el té), ni su capacidad de observación y deducción. La propia familia de Agatha Christie lo recomendó para el papel, y los críticos consideran que su Poirot es el que más se acerca al de los libros. La serie, con Clive Exton como guionista principal, adaptó casi todas las historias protagonizadas por el detective belga, entre relatos cortos y libros, y algunas de sus temporadas, de hecho, en lugar de estar compuestas por capítulos de una hora de duración, eran sólo un par de tv movies de casi dos horas. Además, no todas tenían el mismo número de episodios, oscilando entre sólo dos, cuatro, ocho o doce.

    Una serie muy fiel

    ‘Poirot’ siempre se mantuvo muy fiel al material original que adaptaba. Sus episodios no son innovadores ni destacan por arriesgarse a probar cosas nuevas; son traslaciones muy clásicas y, como decimos, fieles de las historias protagonizadas por Poirot a la pequeña pantalla, y su principal punto de interés es la interpretación de David Suchet y cómo muestra las reacciones del detective a todo lo que le rodea. Por eso mismo, los capítulos que mejor funcionaban eran aquellos en los que Poirot estaba inmerso en entornos muy ingleses, desde una casa de campo aristocrática a los clásicos clubes de caballeros de buena posición londinenses. Esto es algo recurrente en otras series del mismo corte, como ‘Se ha escrito un crimen‘, que perdía fuerza cuando Jessica Fletcher investigaba asesinatos lejos de Cabot Cove.

    ‘Poirot’ ha adaptado casi todos los libros y relatos cortos escritos por Christie sobre el detective, y estaba previsto que a lo largo de este año se rodara una última entrega que completaría el canon de historias de Poirot, dejándose fuera sólo una de ellas. El éxito de la serie fue enorme desde el principio, aunque evidentemente no todos los capítulos funcionaron igual de bien, y en las últimas temporadas incluso se le otorgó más importancia a la exploración psicológica de algunos personajes que al misterio en sí. Por supuesto, al haber estado en antena durante tanto tiempo, ha empleado en papeles secundarios a multitud de actores británicos que ahora han alcanzado cierto reconocimiento, incluido el reciente ganador del Emmy a mejor actor dramático, Damian Lewis, que apareció en el capítulo ‘Hickory Dickory Dock’ de la sexta temporada.

    ‘Poirot’ sólo busca ofrecer una adaptación lo más fiel posible de las aventuras de Hercule Poirot al modo en el que Agatha Christie las concibió originalmente, incluso a pesar de, como ya hemos comentado, a ella no le hacía demasiada gracia la popularidad de su excéntrico detective belga. Sin embargo, nunca dejó de escribir sobre él porque al público le gustaba. De hecho, tras su última novela, ‘Telón‘, el New York Times le dedicó a Poirot un obituario, el único dedicado hasta ahora a un personaje de ficción.

    Ficha Técnica: Poirot

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    • Título Original: Agatha Christie’s Poirot
    • Género: Misterio
    • Cadena: ITV (1989-2009)
    • Emitida en España: TVE
    • Disponibilidad DVD: Serie completa

    En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'Bonanza', Nostalgia TV

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    ntvbonanza

    A ver, pregunta: un mapa con el rancho de La Ponderosa dibujado en él que empieza a arder, unos señores que cabalgan hacia la cámara, una musiquita tan pegadiza que hasta Chiquito de la Calzada la usaba en sus chistes… ¿de qué serie estamos hablando? Vale, sí, a poco que hayáis leído el título que acompaña al Nostalgia de hoy, lo habréis adivinado, pero es que el inicio de ‘Bonanza’ es ya un clásico que merece ser recordado.

    ‘Bonanza’ es una de las series más recordadas de la historia de la televisión. Comenzó a emitirse en 1959 por el canal NBC. Las numerosas reposiciones de sus, al loro, 438 capítulos han permitido que se quede grabada en nuestra memoria para siempre. Es reflejo de una época televisiva en la que el bien siempre vencía al mal y los hombres vigorosos y, por supuesto, honestos hacían prevalecer la justicia por encima de cualquier otro valor.

    Un western sedentario

    ‘Bonanza’ es una de tantas series que trata el tema de la vida y milagros en tiempos del “oeste” americano. Los protagonistas son la familia Cartwright, formada por el patriarca Ben y sus tres hijos: Adam, Hoss y Little Joe. Algo destacable de esta familia es que cada uno de los vástagos era hijo de una esposa diferente, algo que “justificaba” sus diferentes personalidades. La familia vivía en La Ponderosa, un rancho de mil millas cuadradas construido sobre la costa del lago Tahoe, en Nevada.

    Los temas que trataba la serie eran los clásicos de cualquier western: la vida en el rancho, los problemas con el ganado, las relaciones con los indios, los pistoleros, los conflictos del saloon… pero algunas particularidades hacían de la vida en La Ponderosa, un acontecimiento diferente. Para empezar, algunos consideran que ‘Bonanza’ fue el primer western sedentario de la historia. Esto es, en las historias que los espectadores estaban acostumbrados a ver, los protagonistas buscaban un hogar en el que asentarse o deambulaban de un lugar a otro, por distintos motivos, uno de los más reiterados, porque eran hombres duros que no querían echar raíces.

    En el caso de ‘Bonanza’, la familia Cartwright sentía un anclaje vital con su rancho, lugar por el que habrían dado la vida. Era un auténtico hogar, al margen de todos los problemas que la colonización del territorio pudiera ofrecer. Los valores familiares estaban pues muy presentes en la historia. Los tres hermanos y el padre tenían vínculos muy especiales, se querían, se ayudaban, se apoyaban, y nunca se les habría ocurrido traicionar su confianza. Además, tenían un comportamiento ejemplar de cara al resto de habitantes de la zona (el pueblo más cercano era Virginia City), eran honorables y un ejemplo para cualquier ciudadano que quisiera conducirse por el buen camino.

    También se considera que ‘Bonanza’ se adelantó a su tiempo porque trató temas poco vistos hasta entonces, como el racismo, el maltrato familiar, el abuso de drogas o los problemas sicológicos. Además, sabía combinar los géneros del drama y la comedia. Básicamente, por muy truculenta que resultara la historia, siempre tenía una resolución final feliz, y solía haber una última secuencia de recogimiento familiar en la que algún chascarrillo blanco como la nieve hacía sonreír a todos.

    Los cuatro hombres Cartwright

    Una de las bazas que jugaba la serie era la puesta en escena de cuatro personalidades muy diferentes que se complementaban perfectamente, gracias a, básicamente, el amor y respeto que se profesaban y las buenas intenciones que reinaban en sus corazones. Casi se podría pensar que funcionaban como un grupo en el que se complementaban los unos a los otros. Si se me permite la extraña comparación, como una especie de ‘Equipo A’, pero en el oeste. Así eran los cuatro hombres que protagonizaban ‘Bonanza’:

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    Ben: el personaje interpretado por Lorne Greene (actor que participó también en la ‘Battlestar Galactica‘ original, la de 1978, en el papel de comandante Adama) era el patriarca del clan y la figura alrededor de la cual giraban los acontecimientos. Como buen cabeza de familia, era un hombre sabio y experimentado. El propio Greene definió a su personaje como “gamuza de cuero“ porque resultaba fuerte y suave a la vez. Había estado casado tres veces y con cada una de sus esposas había tenido un hijo.

    Adam: era el hijo mayor y estaba interpretado por Pernell Roberts. Era un hombre “intelectual”, que trataba de actuar desde el raciocinio y la sensatez. Su padre delegaba en él muchas de sus obligaciones, porque resultaba un individuo maduro y reposado que sabía siempre cómo debía comportarse. También era el más retraído y callado. Era arquitecto y construyó la casa familiar. Su madre, Elizabeth, murió al dar a la luz. Por problemas con los directivos de la serie, abandonó la serie en 1965, y aunque trataron de reemplazar su rol, nunca fue lo mismo.

    Hoss: era el segundo hijo, estaba encarnado por el actor Dan Blocker. Era el grandullón, el bonachón, el más noble. Cumplía a la perfección el tópico de hombre de gran fuerza y corazón de oro (y mente no muy avispada, si leemos entre líneas). Eric, puesto que Hoss era tan sólo un apodo, era el típico personaje que parece que no tiene importancia pero que, realmente, resulta imprescindible para una serie como ésta. Es un nexo entre personajes, un buen apoyo para cualquier trama y un gran instrumento cuando la fuerza debía ser empleada (y esto sucedía bastantes veces). De hecho, muchos consideran que la repentina muerte del actor marcó el inicio del fin para ‘Bonanza’.

    Little Joe: qué guapo estaba Michael Landon interpretando al pequeño de los Cartwrigh. Ese jovencito, el más impulsivo y romántico de la familia, tenía un gran futuro televisivo por delante y, de hecho, dirigió algunos capítulos de la serie, incluso algunos de los más recordados. Su madre, la tercera esposa Cartwright, falleció en un accidente de caballo. Estaba muy unido a Hoss porque cuidaba de él y de su facilidad para meterse en líos de todo tipo.

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    Algunas curiosidades

    • La inolvidable sintonía de la serie, ideal para ser silbada mientras se efectúa una tarea doméstica a toda velocidad, es obra de Jay Livingston y Ray Evans.
    • A partir de la tercera temporada, los personajes vestían siempre las mismas ropas, para facilitar el rodaje.
    • Aunque, por supuesto, había tramas amorosas, ninguna historia llegaba a fructificar y, por tanto, a separar a ese grupo de hombres, por lo que siempre se ha hablado de una maldición femenina en la serie.
    • Había cuatro versiones diferentes de los títulos de crédito en los que rotaba el orden de aparición de los actores. Todos eran estrellas e igual de importantes.
    • Es la segunda serie más longeva de la NBC, por detrás de ‘Ley y Orden’.
    • La Ponderosa hace referencia a una variedad de pino existente en la zona y llamada así.
    • Lorne Greene grabó varios discos identificando su personalidad con la de su personaje en la serie.
    • Los cuatro actores se hicieron tan populares que incluso hicieron espectáculos en directo sobre ‘Bonanza’ por todo el país.

    Ficha Técnica: Bonanza

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    • Título Original: Bonanza
    • Género: Western
    • Cadena: NBC (1959-1973)
    • Emitida en España: TVE, FORTA
    • Disponibilidad DVD: Serie completa en V.O.; en español, selección de algunos capítulos

    En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'Las Tortugas Ninja', Nostalgia TV

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    Las Tortugas Ninja

    Hace un par de semanas una de las cadenas referentes de la animación en EEUU, Nickelodeon, empezó a emitir ‘Teenage Mutant Ninja Turtles’, la última serie animada protagonizada por las tortugas más famosas del mundo mundial: ‘Las Tortugas Ninja‘ volvían con diseño nuevo y un CGI algo pobre, me atrevería a decir.

    El caso es que aun con mis peros personales considero que la nueva serie, que llegará a España gracias a Clan la próxima primavera, ha comenzado por buen pie. Y, aprovechando la ocasión, me he sorprendido cuando he visto que en esta sección, en la que repasamos grandes series de nuestro pasado, no hemos hablado de la que fue la primera serie animada protagonizada por los personajes. Así, hoy en Nostalgia TV hablamos de ‘Las Tortugas Ninja’.

    ‘Las Tortugas Ninja’ fue una serie sindicada emitida originalmente entre 1987 y 1996, contando pues con la friolera de diez temporadas que pudimos ver en España a través de La 2 de TVE. En ella nos contaba las aventuras de cuatro tortugas: Leonardo, Donatello, Michellangelo y Raphael que caen accidentalmente en las cloacas de Nueva York. Estas son adoptadas por Yoshi, un maestro ninja exiliado que vive en las alcantarillas junto a las ratas.

    Al regresar de un día de exploración Yoshi se encuentra que las tortugas han sido bañadas en un líquido radiactivo que las han mutado, dándoles una forma humanoide. No solo eso sino que Yoshi también se muta en forma de rata, adoptando el nombre de Splinter (o Astilla). Splinter decidirá entrenar a estas tortugas en las artes marciales y la profesión ninja. Evidentemente pronto vendrían los problemas ya que el archienemigo de Splinter, Destructor (o Shredder), se presentaría para acabar con él y expandir sus planes de dominación mundial.

    Una franquicia de origen “indie”

    Teenage Mutant Ninja Turtles - Comic

    ‘Las Tortugas Ninja’ es hoy considerada una de las grandes franquicias de los 90, y que todavía hoy sigue teniendo sus cosas. Pero el origen de esta gran franquicia la encontramos en uno de los primeros grandes éxitos del cómic independiente americano. En 1984 Kevin Eastman y Peter Laird crearon ‘Teenage Mutant Ninja Turtles’, un cómic autoeditado (bajo el sello Mirage Studios) que se puso a la venta en una pequeña convención de cómics en New Hampshire.

    En ese cómic veríamos el origen de las Tortugas Ninja en una historia que parodiaba en según qué fragmentos cuatro de los cómics más populares de la época como ‘Daredevil’, ‘Nuevos Mutantes’, ‘Ronin’ y ‘Cerebus’. De hecho, las primeras páginas beben directamente del origen de los poderes de Matt Murdock. El cómic pronto se popularizaría con el boca a boca, convirtiéndose en obra de culto y empezó a llamar la atención de diversas empresas del ocio y entretenimiento infantil.

    Fue la pequeña juguetera Playmates Toys Inc. la que se acercaría a Eastman y Laird con la intención de sacar una línea de muñecos de acción. Problema, no podían asumir el riesgo por sí mismos y no querían darse el batacazo de su vida, por lo que uno de los requisitos fue crear una serie animada con los personajes, lo que definitivamente elevaría la popularidad y el riesgo a asumir es menor.

    Así pues el 28 de diciembre de 1987 se emitiría el primer episodio de ‘Teenage Mutant Ninja Turtles’, dando paso a una miniserie de cinco episodios que pronto sería renovada por una segunda que empezaría a emitirse en octubre del año siguiente. Eso sí, la serie se despojó de todo tono oscuro que desprendía el cómic (es la época de la “oscuridad” en los héroes).

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    Tras la serie llegarían tres películas en live action en los noventa y una cuarta (ya en plan reboot) en 2003. No solo eso sino que en navidad del año que viene llegará una nueva película dirigida por Michael Bay. En el terreno televisivo nos hemos encontrado con otras tres series, la primera en 1998, en live action y las otras dos en 2003 y la que se ha estrenado en las últimas semanas.

    ‘Las Tortugas Ninja’, de lo mejor de su época

    A menudo cuando hablamos de la calidad de las grandes series que pudimos ver a finales de los ochenta y principios de los 90 por alguna extraña razón obviamos a ‘Las Tortugas Ninja’. No porque fuera una mala serie sino creo que más bien porque fue una época tan espectacular que era difícil destacar por encima de, por ejemplo, ‘Batman: La Serie Animada’.

    Aún así pocas series marcaron a toda una generación tanto como esta. Con un tono a medio camino entre lo infantil y el humor paródico a base de los clichés del género y, además, una gran historia que continuaba a lo largo de las diversas temporadas. ‘Las Tortugas Ninja’ fue una serie ligeramente diferente a la mayor parte de lo que nos encontrábamos por las tardes (o las mañanas) en la tele y creo que es esa una de las razones que la hicieron mítica de la época.

    Ficha Técnica: Las Tortugas Ninja

    TMNT DVD

    • Título Original: Teenage Ninja Mutant Turtles
    • Género: Animación; Superhéroes
    • Cadena: CBS, Sindicación (1987-1996)
    • Emitida en España: La 2
    • Disponibilidad DVD: Serie completa en V.O.

    PD. Antojo de pizza de masa fina que tengo ahora.

    En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'Chicho Terremoto', Nostalgia TV

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    chicho

    ¡Tres puntos, colega!

    En nuestro Nostalgia TV de hoy vamos a repasar una de las series que más nos marcaron en nuestra infancia e incluso en una pre-adolescencia en la que nos costaba despedirnos de los colores, los personajes y las tramas de los dibujos animados que tanto nos habían acompañado y hecho disfrutar. Para los nacidos en los 80, la llegada de las teles privadas coincidió con nuestro cambio de niños a pseudoadultos de medio pelo y el aterrizaje de ciertas series anime acompañó nuestra evolución hasta un tipo de historias que nunca habíamos visto.

    Acostumbrados a las series de dibujos más bienintencionadas y con una clarísima exposición de lo que era el bien y el mal, las series japonesas que llegaron con Telecinco y Antena 3 nos brindaron la oportunidad de ver personajes con más matices, a “buenos” que eran pillos y muy divertidos. En este sentido, ‘Chicho Terremoto’ es una serie que casi todos los que tuvimos el gusto de ser sus espectadores disfrutamos al máximo, por el tipo de personajes que nos traía, porque era gamberra y estaba llena de posibilidades.

    El chico que juega al baloncesto

    La historia nos traía a Chicho Terremoto, un jovencito cuya máxima aspiración era jugar al baloncesto y conseguir ser una estrella del deporte, a pesar de su corta estatura, lo que en principio podría haber significado un impedimento absoluto, pero que para Chicho nunca resultaba un problema. En otro orden de cosas, el segundo objetivo del protagonista, en ocasiones, mucho más importante que el primero, era conseguir el amor de Rosita, el personaje femenino que encarnaba todas las virtudes de una mujer prácticamente medieval: hermosa, dulce, prudente, trabajadora y pura.

    ‘Chicho Terremoto’ es una serie que nos marcó, yo creo, por lo diferente que resultaba respecto a los dibujos a los que estábamos acostumbrados. No sólo no estábamos habituados a ese tipo de tramas tan “picantes”, sino que además, en la serie se hizo una adaptación general a nuestra cultura de los nombres y los diálogos. Se supone que para que resultaran más divertidos para el público español, algo que conseguía también que la serie tuviera una personalidad muy particular.

    Gamberrismo por fuera, valores por dentro

    En ‘Chicho Terremoto’ puede que lo más destacable fuera la personalidad del protagonista. El chico era un auténtico dechado de virtudes: egoísta, narcisista, vago, engreído… Y muy muy políticamente incorrecto. Auténtico gamberro, Chicho poseía una eterna calentura sexual que vivía su éxtasis más absoluto cuando conseguía el preciado tesoro de unas bragas blancas (el color más apropiado para éstas, según él) y más aún si pertenecían a la dulce Rosita, su amor platónico.

    Chicho era un auténtico antihéroe: con unas cualidades físicas que lo alejaban del modelo clásico de protagonista “deportista”, su manera de relacionarse con los demás difería mucho del Oliver Atom al que todos adoraban por su caballerosidad dentro y fuera del campo. Además, era un contestón, un listillo, un individuo de escasa moral. Pero aún así, a todos nos encantaba. Tal vez, el hecho de que fuera un chico normalito, del montón, que conseguía su sueño de deportista, nos hacía quererlo. Sus contestaciones gamberras al estilo de una sitcom norteamericana también nos dejaban muy buen sabor de boca.

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    Pero lo cierto es que yo creo que Chicho triunfaba por todo aquello que contenía bajo esa capa de personaje gamberro que, aparentemente, sólo vive de sus golferías varias. Chicho demostraba que cualquier persona que tenga un sueño, si lo persigue y lucha por él, puede acabar consiguiéndolo. El ansia aspiracional de la serie era mucha, pues Chicho conseguía superar todas las limitaciones físicas, tomarse con mucho humor su estatura y a partir de ahí pelear por lo que quería, con un ahínco tal como el de cualquier otro héroe. Chicho nos enseñaba también que nunca debemos dejarnos hundir por las opiniones adversas de los demás y que, siendo nosotros mismos, sin bailarle al agua a nadie y sólo con nuestro propio esfuerzo, somos capaces de mejorar y crecer como individuos.

    No importaba lo marginado que Chicho estuviera al principio de la serie, cuando entraba a formar parte del equipo de baloncesto del instituto y nadie se lo tomaba en serio. Haciendo oídos sordos a las críticas y burlas, conseguía convertirse en uno de los mejores. Además, la serie hacía mucha parodia de los tópicos de las series deportivas, algo que, al menos para mí, fue un revulsivo en mi manera de ver los contenidos de una ficción: se reía de las cursiladas, de los discursos grandilocuentes y de los que se toman demasiado en serio a ellos mismos, para traernos a un personaje que vivía al día, sin pensar en las apariencias.

    El único pero que yo pondría a todo esto, es el personaje de Rosita, la chica de la historia. Que tanto podría haber sido una persona como un pastel de nata, pues la misma presencia, contundencia y evolución que podría tener éste es el que representaba la figura femenina. Se trataba de una chica buena, dulce, simpática, responsable, tímida… un ideal femenino un tanto ranciete, vamos. Me gusta pensar, eso sí, que su presencia se debía también a una parodia de este tipo de personaje que abundaban tanto en otros animes. ¿Habéis visto alguien más soso que la “novia” de Oliver Atom? La mujer como apoyo incondicional del hombre, al que admira y venera profundamente, sin remisión.

    Un nuevo lenguaje audiovisual

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    Ahora estamos muy acostumbrados a que las series animadas nos muestren a personajes gamberros y a situaciones disparatadas y muy surrealistas, pero, teniendo en cuenta que estamos hablando de una serie de 1981, hay ciertos aspectos que llaman poderosamente la atención.

    En primer lugar, destacaría la cosificación del cuerpo humano. Recuerdo cómo Chicho se “transformaba” en balón para conseguir un efecto en el tiro o, en su etapa de tenis de mesa (puesto que la serie tocó varios deportes) cómo golpeaba su mano para que se hinchara y conseguir un instrumento más potente y voluminoso. Esto nos lleva a la caricaturización del personaje y nos aleja de cierta empatía generada por los sentimientos de los protagonistas, puesto que verlos convertidos en objetos nos resulta divertido pero también nos separa de su humanidad.

    Después, hablaría del feísmo empleado para representar ciertas reacciones. Los “caretos” de los dibujos anime no son singuna novedad para nadie, pero sí dicen mucho de la imagen que nos quieren hacer llegar. Caras descoyuntadas por la sorpresa, el miedo, el entusiasmo o la rabia. Ojitos brillantitos, babas que caen… son sólo algunos ejemplos de un tipo de animación que sirve para identificar muy claramente el sentimiento por el que pasa el personaje pero también para llevarlo a un extremo humorístico que provoque la risa del espectador.

    Para terminar, no me gustaría olvidar los elementos surrealistas que acompañaban a la serie. Sólo hay que recordar quien era el máximo competidor de Chicho respecto al amor de Rosita: Bobby, un perro. Un perro que hablaba (aunque creo recordar que sólo Chicho le escuchaba) y que vestía unos boxers muy pudorosos. Por lo demás, había giros estrafalarios, reacciones inesperadas y todo un ejército de instrumentos divertidos que convirtieron a ‘Chicho Terremoto’ en la serie carismática que muchos recordamos con cariño.

    Ficha Técnica: Chicho Terremoto

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    • Título Original: Dashu Kappei
    • Género: Anime
    • Cadena: Fuji TV (1981-1982)
    • Emitida en España: Antena 3
    • Disponibilidad DVD: Serie completa

    En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV


    'Con las manos en la masa', Nostalgia TV

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    Hasta que llegó Elena Santonja, en la televisión española no se había visto un programa de cocina como ‘Con las manos en la masa‘. No es que fuera especialmente rompedor, porque fuera de nuestro país era un formato que estaba de sobra probado, pero en España no era tan común tener un programa en el que se cocinaran un par de recetas cada hora, explicadas por una persona que era la conductora también del programa, con anotaciones en pantalla sobre cómo había qué hacer dichas recetas y los ingredientes que se necesitaban. Y que, como remate, tuviera siempre un invitado que, además de ejercer de pinche, fuera entrevistado al mismo tiempo. Básicamente, ese era el mecanismo de funcionamiento de ‘Con las manos en la masa’, tan sencillo y exitoso, que sirvió de plantilla para todos los programas de cocina que llegaron después.

    Estrenado en 1984, semanal, y de sólo 30 minutos por programa, el espacio tuvo un éxito inmediato en buena parte gracias a la personalidad de su directora y presentadora, Elena Santonja, que había trabajado para TVE ya a finales de los 50. Lo que se buscaba era presentar platos de la gastronomía tradicional española, sencillos y al alcance de todo el mundo, y antes del principio de cada programa, la propia Santonja hacía una breve introducción sobre lo que se iba a cocinar esa semana, dando paso ya a la llegada del invitado al plató-cocina en el que se realizaban las recetas. La filosofía de ‘Con las manos en la masa’ estaba muy clara ya desde su mítica sintonía.

    Así era

    La canción estaba compuesta por Vainica Doble, dúo compuesto por Gloria Van Aerssen y la hermana de Elena Santonja, Carmen, y contaba con la participación de Joaquín Sabina. La retahíla de platos que mencionan en la canción, desde el bacalao al pil-pil, las migas o la caldereta, explicaba perfectamente lo que se pretendía hacer en ‘Con las manos en la masa’, utilizando ingredientes que pudieran encontrarse fácilmente en el mercado. Como decimos, con el invitado en cuestión se iba entrelazando el proceso de elaboración de los platos con una charla más informal en la que se hablaba sobre sus proyectos, su carrera, o los temas que fueran surgiendo. En YouTube hay, por ejemplo, un vídeo en el que vemos a Chicho Ibáñez Serrador hablar sobre su etapa como realizador en Hong Kong.

    Por ‘Con las manos en la masa’ pasó prácticamente todo personaje que fuera alguien entre mediados de 80 y principios de los 90, desde Pedro Almodóvar a Emma Penella, pasando por Alaska, Martirio, Víctor Manuel, Gonzalo Torrente Ballester o Charo López. Como se cuenta en esta entrada del blog El Comidista, fue el primer programa culinario en España con una cocina plenamente operativa y, para empezar las emisiones, Santonja hizo un huevo frito. En esa entrada también hay un par de selecciones de programas (uno con Alaska y otro con Almodóvar), que pueden verse en el servicio “A la carta” de la web de RTVE, en el que podemos hacernos una idea de cómo era ‘Con las manos en la masa’; entretenido, con una duración breve que hacía difícil que pudiera volverse aburrido, y con una conversación entre Santonja y su invitado que solía ser bastante amena.

    El legado

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    A pesar de su enorme éxito, ‘Con las manos en la masa’ terminó algo abruptamente en 1991, cuando TVE quiso incluir publicidad, en forma de product placement, en el programa y Santonja se negó, a no ser que ella recibiera una compensación por ello. Con el fin de ese espacio llegó el principio del emporio de Karlos Arguiñano, contratado para hacer un programa diario llamado ‘El menú de cada día‘ que tuvo un gran éxito desde el primer momento. Además, para entonces habían proliferado los magacines matinales, que incluían breves espacios culinarios, y ‘Con las manos en la masa’ ya no era tan relevante como cuando se estrenó. Sin embargo, su legado se ha dejado notar en todos los programas de cocina estrenados después, empezando por los del propio Arguiñano.

    Desde el fin de ‘Con las manos en la masa’, Santonja, casada con el director de cine Jaime de Armiñán, se ha dedicado más a la pintura y ha publicado un par de libros de recetas de cocina. Está bastante retirada de la vida pública, pero sus siete temporadas al frente del espacio culinario más famoso de la televisión española le han garantizado un puesto en nuestra memoria colectiva.

    Ficha Técnica: Con las manos en la masa

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    • Título Original: Con las manos en la masa
    • Género: Cocina
    • Cadena: TVE (1984-1991)
    • Disponibilidad DVD: No

    En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'Los Aurones', Nostalgia TV

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    LosAurones_NTV

    No siempre cualquier tiempo pasado fue mejor. Reconozcámoslo. Y ese sentimiento nostálgico al que apelamos cada domingo con Nostalgia TV no puede empañar nuestra objetividad, sólo porque éramos tan felices comiendo pan con chocolate. Lo cierto es que también nos tragamos verdaderos pestiños por aquello de que no había otra cosa, aunque, efectivamente, nadie me obligaba a ver a esta pandilla de seres medievales, literalmente. Y vosotros, ¿tuvisteis valor para seguir las aventuras de ‘Los Aurones’? Qué tragaderas teníamos. Y no me extraña, somos los mismos que años después nos reíamos con el “¿He sido yo?” de Urkel (bueno, sólo en las tres primeras reposiciones). Traumas del pasado, revivid… ¡Dentro cabecera!

    Una superproducción de la época

    No eran las primeras marionetas que veíamos. Pero si un electroduende era entrañable, a mi ‘Los Aurones’ me resultaban, cuanto menos, inquietantes. Y es que fuera de los ‘Muppets’, los ‘Fraggle’ o ‘Barrio Sésamo’, los de aquella generación estábamos enganchados a la animación (de hecho poco después nos volveríamos locos con el manga al abrirse nuestro mando a las cadenas privadas) y no concebíamos eso de un “programa infantil” sin dibus. ‘Los Aurones’ se emitieron a finales de los 80, en esa cita semanal con los dibujos que teníamos los peques de la casa los fines de semena después del telediario. Con 26 episodios en total, aquello duró desde noviembre de 1987 hasta mayo de 1988, no sin el rechazo de muchos niños que, como yo, preferíamos hasta a ‘Los Fruitis’ antes que a estos muñecos (en realidad muñecos robotizados) a los que, sinceramente, era difícil tomar cariño. Las siguiente generación también han podido disfrutarlos, ya que se han emitido reposiciones en ambos canales de TVE.

    A pesar de la imagen que proyectaba la serie, lo cierto es que detrás de ella había una superproducción de nada menos que 376 millones (de las antigüas pesetas) de presupuesto y tres años de realización y rodaje, a cargo de la productora catalana D’Ocon Films y en colaboración con TVE. Como Steve Jobs, los creadores de ‘Los Aurones’ también empezaron en un garaje. La intención era grabar una película, pero tras las enormes dificultades del rodaje, finalmente lo convirtieron en serie y vendieron el producto al ente público.

    Lo realmente costoso de la serie eran sin duda los decorados. Construidos a mano, se llevaron gran parte del tiempo de producción y no escatimaban en detalles (se comenta que hasta el equipo se iba a buscar musgo para conseguir una vegetación realista). Aunque no se utilizó el ordenador, en postproducción sí se aplicaron técnicas fílmicas tanto en imagen como en sonido para lograr los mejores efectos, según sus realizadores (suponemos que no se referían al sólo al ¡zas-zas! lanzarrayos).

    Marionetas, aventuras y fantasía

    Los Aurones son seres bondadosos que practican la autarquía y el D.I.Y. (Do it Yourself), una forma de vida, que, si de verdad nos caló, nos resultaría muy útil poner en práctica hoy en día. Ellos viven de la agricultura en un pueblo misterioso rodeado de un valle y no se meten con nadie. Pero poseen oro (al que, sin embargo no dan ningún valor) y eso provoca la aparición en escena de los malos, que ansían el metal precioso y el poder, en este caso, el Rey Grog y su ejército. De modo que en cada episodio se libraba la clásica batalla del bien contra el mal, siempre con el mismo resultado: el Rey Grog era vencido gracias a Tejo, Yuca, Poti Poti y los demás y al final de cada capítulo se celebraba una gran fiesta al estilo aurón.

    LosAurones

    De los personajes quizás fuera Poti Poti el que más huella dejara. Aunque yo siempre lo he interiorizado como un dinosaurio, existe otra versión que habla de dragón. El único dato corroborado es que nació de un huevo, en el primer capítulo. Los otros personajes relevantes y/o populares eran Tejo, que destacaba por su superpoder (?) de convertir a la gente en fruta disparando sus rayos, ¡zás-zás!. Iris, por ser la princesa del cuento (rescatada en una cueva de hielo) y su capacidad voladora. Y Gallofa, porque hacía las veces de personaje bobo, al servicio del Rey Grog, que siempre lo fastidiaba todo. La serie terminó con un final bastante cerrado: el Rey Grog era vencido definitivamente tras ser convertido en estatua de oro (ironías de la vida) y Poti Poti abandonaba la aldea por amor (de una dinosauria, quizás de ahí mi confusión).

    Aunque estas marionetas parecían muy simples, lo cierto es que cada una de ellas tenía que ser movida en ocasiones por dos operarios, mediante tecnología robótica (básica, claro) accionando unas palancas que permitían mover, abrir y cerrar los ojos y las bocas. Las manos se movían manualmente, mediante unas varillas (que se veían). Era un trabajo muy físico, y, desde luego, los esfuerzos en producción eran loables, aunque el resultado no terminara de convencer a unos niños acostumbrados a historias más animadas. Aún así, la serie tuvo cierto éxito que culminó en una película, La tribu de Los Aurones, y se viralizó con todo un mundo de merchandising: cuentos, muñecos de goma, la clásica baraja de familias, puzzles, libros para colorear… ¡Hasta su propia edición de Galletas Tosta Rica!

    Ficha Técnica: Los Aurones

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  • Título Original: Los Aurones
  • Género: Infantil
  • Emitida en España: TVE
  • Disponibilidad DVD: No

  • Imagen | Daniel Salas

    En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'El chavo del 8', Nostalgia TV

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    El Chavo del 8

    Decorados baratos no, lo siguiente, incluso para la época (los de cualquier telenovela de entonces le daba cualquier vuelta), gags recurrentes y chistes muy repetitivos, adultos haciendo de niños, episodios regrabados… y por alguna razón ahí estaba yo tragándome todos y cada una de las desventuras de ‘El Chavo del 8‘.

    ‘El Chavo del 8’ es una de las series de comedia más conocidas tanto a nivel latinoamericano como a nivel español. Aquí fue emitida por La 2 junto con otras series del mismo corte (‘Federrico’, ‘El Chapulín Colorado’…). ‘El chavo del 8’ sigue a un grupo de habitantes de una pequeña vecindad en Mexico, centrándose en las andanzas de un grupo de chavales que viven ahí: la Chilindrina (María Antonieta de las Nieves), inteligente y algo aprovechada en este sentido; Quico (Carlos Villagrán), mimado, envidioso y algo repipi; y el protagonista “el Chavo” (Chespirito), con quien todos se meten.

    Este grupo de niños traerá de cabeza a los adultos de la vecindad, destacando Doña Florinda (Florinda Meza), la madre de Quico, viuda que vive enamorada del Profesor Jirafales (Rubén Aguirre); y Don Ramón (Ramón Valdés), viudo y el padre de la Chilindrina, familia humilde que se las ve siempre apurado para pagar el alquiler de la vivienda (de hecho debe catorce meses de renta al Señor Barriga).

    El origen del ‘Chavo del 8’

    Roberto Gómez-Bolaños comenzó en el mundo del espectáculo escribiendo guiones para todo tipo de programas, ya sea radionovelas o sketches de televisión. Ganando su apodo de Chespirito (“Shakespeare en chiquito”) gracias a su amigo y director de cine Agustín Delgado, Roberto debutaría pronto como actor en el Canal 8 mexicano, participando en varios programas de variedades y sketches.

    Sería en ‘Los Supergenios de la Mesa Cuadrada‘ donde se encontraría con Maria Antonieta de las Nieves, Ramón Valdés y Rubén Aguirre. En ese programa y en el que llevó su nombre, ‘Chespirito’, Roberto empieza a trabajar en varios de los personajes que veríamos después en ‘El Chavo del 8’, de hecho en un sketch vimos tanto al Chavo como a La Chilindrina y a Don Ramón. Este sketch, con El Chavo intentando comprar un globo a Don Ramón en un parque, tendría bastante aceptación, tanta que Chespirito decidiría lanzar una serie con estos personajes.

    Así el 20 de junio de 1971 saldría en el aire ‘El Chavo del 8’. El número no era nada azaroso, ya que era el canal donde se emitía (posteriormente Televisa) y ya aprovecharon el número para numerosas referencias incluyendo los años del chavo y el número de apartamento donde supuestamente vivía, aunque nadie ha visto dicho hogar ni se sabe nada más del Chavo que lo poco que cuenta.

    Un gran éxito de audiencia

    El Chavo y la Chilindrina

    A pesar de que realmente no era algo muy bueno (tenía su gracia pero por lo general era una serie muy tonta), ‘El Chavo del 8’ encandiló enseguida a la audiencia. Tanto que se llegó a estimar que su audiencia total entre todos los países en los que se emitía era de 350 millones de espectadores. Pero no todo fue fácil para el reparto de la serie.

    Tras unos años con la popularidad en alza (con giras internacionales incluidas), en 1978 Carlos Villagrán decidió abandonar la serie para protagonizar ‘Federrico’. A pesar de que en un principio la marcha fue pacífica (o eso pareció ya que enseguida se vió que había todo tipo de peleas entre él y Bolaños) el hecho de que Villagrán hiciera del mismo personaje (con el nombre cambiado) que en ‘El Chavo’, no gustó nada. Aún así, y pleitos mediante, Carlos Villagrán siguió haciendo de Federrico hasta 1981.

    La que daría el golpe mortal a la serie fue el posterior abandono de Ramón Valdés. Eso por un lado permitió a Bolaños introducir personajes nuevos, pero por el otro la serie pasaba por un bache creativo tal que tuvieron que recurrir a regrabar episodios sin usar a los personajes de Quico y Don Ramón. Lo cual quedaba bastante extraño. Finalmente ‘El Chavo del 8’ vio su última emisión como serie el 1 de enero de 1980, aunque sobreviviría como sketch de ‘Chespirito’ hasta 1992.

    Chespirito - El Chavo

    Mi primer recuerdo nítido de ‘El Chavo del 8’ fue en una representación teatral en la parroquia. En aquella época La 2 había empezado a reemitir la serie y todos los niños estábamos locos con ella, tanto que unos compañeros de catequesis interpretaron un capítulo de la serie. Y cuando se llega a ese punto es que más allá de calidad ‘El Chavo del 8’ fue un programa que trascendió a la cultura no solo americana sino también española.

    Y es que ¿quién no recuerda los gimoteos del Chavo? ¿las peleas entre doña Florinda y Don Ramón’ ¿aquellos “¿te gusta?… pues cómpratelo” de Quico? ¿las rabietas de la Chilindrina? ¿el miedo a la bruja del 71?… y en definitiva todos los gags recurrentes de una serie que, como pocas, logró influenciar a varias generaciones de infantes (y eso que en un principio no iba a ser una serie para niños).

    Ficha Técnica: Los Aurones

    El Chavo DVD
  • Título Original: El Chavo del 8
  • Género: Infantil
  • Emitida en España: La 2; Popular TV
  • Disponibilidad DVD: En Latinoamerica, recopilaciones
  • PD. Hace unos seis años tuvimos versión animada del Chavo.

    'Todos los hombres sois iguales', Nostalgia TV

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    ntv-hombresiguales

    Hubo un tiempo, a nivel de ficción ya muy lejano, en que el estreno de una nueva serie española era un acontecimiento soberbio, por lo infrecuente del mismo. En la televisión de los 90, algunas series como ‘Farmacia de guardia‘ barrieron el polvo de cierta reticencia a pensar que nosotros también podíamos hacer cosas divertidas, de calidad y que enganchasen a la audiencia. La serie ‘Todos los hombres sois iguales’ es un ejemplo de ese paso adelante.

    Los espectadores devoraban los programas españoles y las series americanas. Los modelos que nos llegaban de USA tenían, a parte de su calidad dramática y técnica, como un halo de grandeza a la que la ficción española no podía aspirar. Pero, por fin, afortunadamente, nos quitamos ese corsé y empezamos a crear series que, cómo no, calaron en el gran público. La llegada de las teles privadas tuvo mucho que ver en eso. Hoy, taitantos años después, se nos permite echar la vista atrás y recordar con nostalgia (toma juego de palabras) algunas de aquellas series que nuestros inocentes ojos contemplaban por primera vez.

    La serie que primero fue película

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    En 1994, Manuel Gómez Pereira dirigió una comedia protagonizada por Imanol Arias, Juanjo Puigcorbé, Antonio Resines y Cristina Marcos. El éxito de la cinta entre el público y también de cara a la crítica, ganó dos premios Goya en la categoría de Guión Original y Mejor Actriz, llevó a alguna mente pensante a considerar que su traslado a la pequeña pantalla, adaptada como serie de prime-time, podría ser una buena idea para una tele privada que aún estaba naciendo y que, por entonces, nos llenaba de una sana esperanza. Así se engendró la serie, que se llamó igual que la peli, ‘Todos los hombres sois iguales’ y que se alargó durante cinco temporadas.

    Guerra de sexos

    ¿Qué habría hecho la ficción sin un arma tan poderosa, dinámica y con tantas caras como es la guerra de sexos? El argumento principal de la serie era la historia de tres amigos que, por circunstancias, se separaban de sus respectivas esposas los tres a un tiempo. Envalentonados por lo que consideraban iba a significar retomar su vida de solteros, decidían irse a vivir los tres juntos y hacer lo que les diera la gana, con esas típicas exclamaciones de “a partir de ahora pondré los pies encima de la mesa” (yo soy mujer y pongo los pies encima de la mesa, no sé en qué lugar me deja eso) y se conjuraban para hacer de su pisito una auténtica fortaleza en la que ninguna mujer pasaría más de una noche.

    Pero como esto es una comedia y los tópicos son lo que son, pues resultaba que los tres hombres, hechos y derechos, no tenían ni idea de cómo llevar las tareas domésticas. Eran unos ineptos totales porque, en su momento, nadie les había dicho que aprender a pasar la fregona no era ninguna deshonra para el macho. Esto, a pesar de ser un topicazo, ha significado y significa una verdad como un templo para muchas parejas antiguas y presentes, así que poca risa.

    Así que los varones contrataban a una asistenta para que les resolviera esos asuntos tan molestos. Una chica que se convertía en un objeto de caza sexual primero, y en una confidente después, pues la muchacha resultaba ser atractiva, inteligente y dura como una piedra, a base de, precisamente, relacionarse con machos alfa que creen sabérselas todas.

    La serie explotaba mucho ciertos convencionalismos sí, pero conseguía ser fresca, divertida y hasta desternillante en muchos momentos, pues tenía unos guiones fabulosos con un equipo de creativos capitaneados por un Joaquín Oristrell más atinado que nunca. De hecho, en su tiempo, muchos la calificaron de surrealista y transgresora. Recordad que estábamos en 1996 y que la serie competía, por ejemplo con ‘La casa de los líos’ con Arturo Fernández en Antena 3.

    Una mesa con veinte patas

    Los “solteros de oro” que protagonizaban la serie formaban un trío muy equilibrado, lo suficientemente iguales para embarcarse en aventuras sin pensarlo demasiado, lo suficientemente diferentes como para destacar, generar conflicto y aportar matices.

    iguales

    Joaquín estaba interpretado por Josema Yuste. Era un presentador de televisión un tanto engreído y petulante. Manolo, encarnado por Tito Valverde, era un árbitro que sólo ponía una cosa por encima del fútbol: el amor a sus hijas. Venía a ser ese tipo de personaje masculino, cabezota y un poco rancio que esconde un alma sensible y hasta un tanto ñoña. El último del trío era Juan Luis, interpretado por Luis Fernando Alvés. Era un dentista caradura y plimboy (que diría Paco Martínez Soria) con un alto concepto de su atractivo personal.

    En una parte de la balanza, estos tres, y en la otra, Yoli, la chica que limpiaba casa y mente, con una Ana Otero que se rebeló como una fantástica actriz. En general, creo que todo el casting estaba enormemente acertado pero con Ana Otero lo bordaron, porque sabía darle al personaje ese cariz duro, cínico y hasta un poco derrotista que tan bien supo calar en el coranzocito de la audiencia.

    Estos cuatro personajes formaban un grupo familiar que, por su peculiaridad, ya ofrecía bastante conflicto y muchas posibilidades de liarla. Pero, claro, a parte, cada uno de los separados tenía su correspondiente familia: sus ex-mujeres, las nuevas parejas de éstas, sus hijos… y la propia Yoli tenía un niño, una hermana un tanto estrafalaria (un jovencísima Laura Pamplona) y un ex que era malo como la quina. Así que, en realidad, la serie ponía en ristre hasta cinco historias familiares diferentes, para todos los gustos y colores. Y eso que nos dejamos a los vecinos, que aportaban lo que podían a esta ya sabrosa salsa.

    Una serie inolvidable

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    Recuerdo esperar el momento de que empezara la serie con muchísimas ganas. Muchos todavía en esa época (todavía en ésta) la consideraban una españolada más pero a mí me encantaba ver una serie de ficción nacional en la que se usaba nuestro vocabulario y en la que los personajes se podían parecer a mi vecino del quinto (no se parecían ni por casualidad, no obstante). El mérito de series como ésta, que no contaba con mucho presupuesto y habían de ajustarse a baremos de producción muy esclavos residía en sus guiones y en cómo los creadores se sacaban las mañas para inventar historias adictivas con elementos muy básicos.

    La serie fue un éxito que declinó un tanto cuando la trama principal empezó a hacer hincapié en los aspectos más dramáticos de las historias y no tanto en las peripecias locuelas que se vivían en sus inicios.

    Un detalle sobre el final de la serie es el hecho de que inspiró otra ficción de la casa Telecinco. La mítica ‘El Comisario‘ nació como comedia, llamada ‘Las calles de San Fernando’ y la intención de la cadena amiga era apostar por un tono parecido al de ‘Todos los hombres sois iguales’, pero, esta vez, con Tito Valverde como protagonista absoluto. Como veis, la cosa dio muchas vueltas pero, afortunadamente, nos deparó una estupenda ficción nacional.

    Ficha Técnica: Todos los hombres sois iguales

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  • Título Original: Todos los hombres sois iguales
  • Género: Comedia
  • Emitida en España: Telecinco, FDF
  • Disponibilidad DVD: No
  • En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

    'Es mi vida', Nostalgia TV

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    Durante 19 episodios en ABC, en la temporada 1994/95, los pensamientos y las emociones de los adolescentes se vieron reflejados como nunca lo habían hecho hasta el momento en ‘Es mi vida‘, una serie salida de la mente de Winnie Holzman e impulsada por dos productores que tenían a sus espaldas un gran éxito como ‘Treintaytantos‘, Marshall Herskovitz y Edward Zwick. Herskovitz y Zwick tenían un contrato con ABC para desarrollar nuevos proyectos, y le propusieron a Holzman escribir sobre una adolescente y su modo de ver su vida, buscando siempre ser lo más realistas posibles. Así nació Angela Chase, una chica de 15 años que lleva una vida bastante normal, sin destacar en el instituto de un modo u otro y con dos amigos que al mismo tiempo son sus vecinos desde hace años. Sin embargo, Angela empieza a sentir la necesidad de cambiar, de rebelarse contra esa vida, y así comienza a hacer otros amigos en el instituto y a sentirse atraída por un chico muy guapo, pero distante, llamado Jordan Catalano.

    Jordan Catalano. Cualquiera que viera ‘Es mi vida’ a mediados de los 90 no necesita nada más para saber todo lo que implica ese nombre. Tal vez sea la parte más recordada de una serie que era bastante más que el ‘cuelgue’ de Angela por él, y que lanzó a Jared Leto como ídolo de adolescentes al mismo nivel que Leonardo DiCaprio, al menos durante un tiempo. Leto, sin embargo, no fue el único que se hizo conocido gracias a la serie. Su protagonista absoluta, una niña de 14 años llamada Claire Danes, que hasta entonces no había hecho más que un capítulo de ‘Ley y orden‘, pasó a ser una actriz reconocida, ganadora de un Globo de Oro y nominada al Emmy por ‘Es mi vida’, y a partir de aquí tuvo una carrera que ha terminado llevándola a ‘Homeland‘, una de las series más seguidas de los últimos años.

    La serie


    A pesar del buen recuerdo que se guarda de ella, y de haberse convertido en una serie muy influyente, lo cierto es que ‘Es mi vida’ no tuvo una vida fácil. Desde que se rodó el piloto hasta que ABC encontró un hueco para emitirlo pasó algo más de un año, ya que no sabían cómo promocionarla. Sí, su centro era una adolescente que personificaba toda esa angustia existencial tan emo, que diríamos ahora, que se llevaba en los 90, pero sus padres eran personajes igualmente importantes, a los que también se trataba con el mayor realismo posible. No era una serie sólo para adolescentes, pero su situación mayoritariamente en un instituto llevó a que la cadena la publicitara hacia ese público. Se adelantó un par de años a los títulos que luego poblarían The WB y UPN, que aún no habían nacido en 1994, y que se dirigían hacia los jóvenes de un modo diferente de como se había hecho hasta ese momento.

    ‘Es mi vida’ descansaba alrededor de la familia Chase, formada por un matrimonio que tenía sus más y sus menos y en el que se exploraba la posibilidad de que, al final, terminaran separándose de un modo para nada melodramático. Angela era la hija mayor, y luego estaba Danielle, su hermana pequeña, que quería ser como Angela y atraer tanta atención como ella. Angela podía ser tan difícil como cualquier adolescente que busca su propia identidad, y siempre acababa desafiando a su madre al querer romper con las cosas que había hecho cuando era una niña, pero el retrato de Claire Danes era tan complejo y tan real, que ella nunca terminaba siendo la típica adolescente irritante. Para Angela, todos sus problemas eran un mundo, algo muy normal en esa época, y sentía que sólo sus amigos podían entenderla.

    Sus amigos, por cierto, se adelantaron también un par de años al retrato de temas como las dudas en la orientación sexual o los problemas con el alcohol, asuntos que no solían verse reflejados habitualmente en las series con adolescentes. Rickie, por ejemplo, fue uno de los primeros personajes abiertamente homosexuales, o más o menos abiertamente, que se vieron en el prime time estadounidense en abierto, y los problemas de Rayanne con la bebida se trataron de un modo bastante más realista y mucho menos “esto es un capítulo muy especial con un mensaje importante”.

    La polémica sobre el final


    esmivida
    ‘Es mi vida’ consiguió el favor de los críticos prácticamente desde su estreno, en agosto de 1994, elogiando su búsqueda del mayor realismo emocional posible en el retrato de sus personajes, pero lo que no terminó de conseguir fue una audiencia lo suficientemente grande como para resistir la competencia con ‘Friends‘. Sus creadores siempre pensaron que era más una serie de las 10 de la noche, más orientada a un público adulto más amplio, pero terminó emitida en un horario dirigido más hacia adolescentes. La ABC siempre les reconoció que la serie les gustaba, pero que su promoción era difícil porque no se restringía a un único nicho de la audiencia, razón por la que, probablemente, no pudo pasar de sus primeros 19 capítulos.

    Sin embargo, en su momento, también se dijo que Claire Danes (que recordemos que tenía 15 años) no estaba muy dispuesta a continuar en una hipotética segunda temporada, y casi se la culpó de la cancelación de ‘Es mi vida’. Algunos años más tarde, la propia Danes reconoció que era algo reticente a seguir con la serie por la enorme carga de trabajo que suponía, pero negó que su postura hubiera sido definitiva para forzar su final. Winnie Holzman ha declarado varias veces que las dudas de Danes fueron simplemente la excusa que convenció a ABC para no seguir con ‘Es mi vida’, pues aunque tenía buena acogida crítica, sus audiencias dejaban bastante qué desear. Sin embargo, como suele ocurrir en estos casos, que terminara tras sólo 19 episodios fue lo que terminó de elevarla al estatus de culto del que disfruta actualmente.

    Serie de culto


    El modo en el que Holzman presentó a Angela, y la manera en la que Danes la interpretó, sentaron un claro procedente en el tratamiento de los personajes adolescentes en los años posteriores. Sin ir más lejos, se pueden encontrar rastros de Angela en Lindsay Weir, la protagonista de ‘Freaks & Geeks‘, otro título de culto centrado en un instituto, y estrenado cinco años más tarde. La guionista Diablo Cody ha reconocido también que ‘Es mi vida’ ha sido una gran influencia en su trabajo, y lo mismo ha dicho en repetidas ocasiones Greg Berlanti. La serie tuvo la suerte, en ese sentido, de que MTV empezó a emitirla en sindicación en 1995, acercándola a un público algo mayor y reforzando más su estatus, y si no fuera por ella, tal vez no habríamos tenido después cosas como ‘Dawson crece‘.

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    ‘Es mi vida’ lanzó las carreras de Danes y Leto, y su creadora estuvo nominada al Tony al mejor libreto en 2003 por ‘Wicked‘. Holzman intentó trasladar el tono de ‘Es mi vida’ a ABC Family hace un par de veranos con ‘Huge‘, una serie sobre un campamento de jóvenes obesos, pero tampoco logró pasar de la primera temporada, y su recepción fue bastante más discreta. ‘Es mi vida’ se vio en España dentro de la programación en abierto en las tardes de Canal+, donde cualquiera que la viera siendo adolescente pudo sentirse muy identificado con lo que le pasaba a Angela, Brian, Rayanne, Rickie y compañía. Es una de esas series que, si se ven con la edad adecuada, son capaces de crear una impresión muy profunda.

    Ficha Técnica: Es mi vida

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    • Título Original: My so-called life
    • Género: Drama juvenil
    • Cadena: ABC (1994-1995)
    • Emitida en España: Canal+
    • Disponibilidad DVD: En Estados Unidos, serie completa

    En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV

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