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'Supergol': el anime que vivió a la sombra de 'Campeones' como falso spin-off y que tuvo un final diferente en Japón

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'Supergol': el anime que vivió a la sombra de 'Campeones' como falso spin-off y que tuvo un final diferente en Japón

El fin de semana es buen momento para que echemos un vistazo atrás en el tiempo y nos remontemos a épocas televisivas más antiguas. Cuando éramos niños, los Reyes Magos (o algún otro señor cuyo nombre desconocíamos por entonces) nos trajeron las cadenas privadas. ¡Qué regalo más estupendo para los futuros seriéfilos en que nos convertiríamos! Algunas de las maravillas que descubrimos fueron esos anime que nos presentaban dibujos animados totalmente distintos a los que estábamos acostumbrados. Uno de ellos fue 'Supergol'.

Oliver vs. Rafael: las comparaciones son odiosas

'Supergol' es el nombre con el que conocimos en España a la serie japonesa 'Ganbare! Kickers' que, como podéis imaginar, primero fue un manga y luego se transformó en serie de televisión animada. La historia había sido creada por Noriaki Nagai y fue adaptada para la pequeña pantalla por el Studio Pierrot entre 1986 y 1987.

Contó con un total de 26 capítulos más un episodio especial. Sin embargo, en Japón no se emitieron todos y, tal y como ha pasado con tantas series, 'Supergol' tiene una curiosa historia sobre su final. Mientras en su tierra natal el equipo protagonista conseguía la victoria, para los espectadores europeos se nos reservaba un final en el que los chicos que tanto habíamos apoyado no lograban vencer.

Otra curiosidad respecto a la serie fue su "falsa promesa" de ser un spin-off de 'Campeones', también conocida aquí como 'Oliver y Benji' ('Captain Tsubasa'). Si algo marcó a 'Supergol' fue la alargada sombra que la serie de Oliver Atom proyectó sobre ella.

Cuando comenzó a emitirse en Italia, el doblaje incluyó una frase de diálogo que no aparecía en el original y que decía que Rafael venía de jugar con el equipo de Benji, así, parecía que la continuidad del relato se garantizaba y el traspaso de simpatía por parte de los seguidores de 'Campeones', también.

Supergol

Como decimos, 'Supergol' siempre tuvo que vivir bajo las eternas comparaciones con esa serie que batió récords y que todavía hoy recordamos con tanta nostalgia. De hecho, cuando Telecinco comenzó a emitirla, muchos la consideraron como la sucesora natural de 'Campeones'. Pero las series no eran iguales, aunque tuvieran muchos puntos en común.

En las dos, por ejemplo, tenemos un jugador excepcional que llega a un equipo de fútbol en el que no se da pie con bola (perdón por la obviedad del juego de palabras). Rafael Masten es un chico que se traslada a una nueva ciudad con sus padres y su hermana. Le encanta el fútbol y, rápidamente, quiere entrar a jugar con el equipo de la ciudad. Sólo hay un problema...

Spbueno

Sus compañeros de equipo son totalmente desastrosos. Sólo Buddy (portero y capitán) parece dispuesto a seguir peleando. Poco a poco, Rafael y Buddy no sólo se convertirán en los mejores amigos sino que conseguirán que su equipo, los Kickers, desarrolle un gran juego y se transforme en uno de los grupos más temidos de la competición.

'Supergol', más amor y diversión que 'Campeones'

Por supuesto, otra característica que 'Supergol' compartía con 'Campeones' eran esas secuencias futbolísticas en las que el balón vivía jugadas imposibles y el campo parecía estirarse como un chicle. La épica de estas series daba mucho protagonismo a las jugadas y al desarrollo de cada uno de los encuentros.

Pero cabe señalar diferencias fundamentales entre las dos ficciones. Por ejemplo, que en 'Supergol', se le daba más importancia a la peripecia personal que a los partidos en sí. Había una amalgama de personajes que contribuía a hacer las historias más entretenidas e interesantes, no solamente volcadas en saber el resultado final de un encuentro.

Nostalgia

Además, 'Supergol' era una serie mucho más humorística que 'Campeones', había tramas divertidas, incluso enloquecidas, que ponían a los personajes en conflictos distintos, alejados del fútbol, algo que un espectador podía agradecer.

También se le daba mucha más importancia a los personajes femeninos (que en 'Campeones' cumplían un tristísimo papel, residual e impersonal). Las historias amorosas que vivían los protagonistas, los giros, sorpresas y momentos álgidos daban otro color a un serie que tenía muchos elementos para agradar.


'He-Man y los masters del universo': la mítica serie animada de los 80 que nació del éxito de 'Star Wars' y 'Conan'

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'He-Man y los masters del universo': la mítica serie animada de los 80 que nació del éxito de 'Star Wars' y 'Conan'

Qué importantes fueron para nosotros esos dibujos que vimos de niños. Llegaba la hora de sintonizar nuestro canal favorito, y, en ese momento, el tiempo se paraba, y sólo teníamos ojos y oídos para deleitarnos con las aventuras del héroe. Esa capacidad de traspasarnos al universo mágico, de caer en las redes de la ilusión, de los castillos encantados y las maldiciones eternas, cómo éramos capaces de dejarnos llevar y vivir sólo por nuestro protagonista, es uno de los privilegios del espectador infantil, que más tarde es difícil conservar.

Hoy, en nuestro Nostalgia TV, vamos a recordar una de esas series que nos hacían vivir aventuras sentados en nuestro sofá, con el vaso de leche olvidado completamente. Se trata de la gran 'He-man y los masters del universo'.

Historias de héroes y villanos

heman

En 'He-Man y los masters del universo' encontrábamos una historia que nos remitía a la lucha del bien contra el mal. Todo sucedía en el lejano planeta de Eternia en el que vivía el príncipe Adam, hijo del rey Randor y de la reina Marlena, esta última originaria de la Tierra, hecho que convertía a Adam en medio humano (algo fundamental en muchos héroes de este tipo de sagas de ciencia-ficción, que hacen ganar inmediatamente al público en favor del personaje con el que se sienten identificados por compartir procedencia).

Eternia vivía bajo la amenaza del consejo del mal, una fuerza comandada por Skeletor, que quería hacerse con el control de Eternia y someter a todos sus habitantes. Las fuerzas del bien consiguieron detener al consejo del mal, encerrándoles en un muro místico, pero el día en que el príncipe Adam cumple 16 años, consiguen escapar... La hechicera del castillo Grayskull detecta esa fuerza negativa y solicita la presencia del príncipe, pues a partir de ahora tendrá una importante misión que cumplir.

El castillo de Grayskull, con su mítica forma de calavera, albergaba un gran poder que el consejo del mal pretendía dominar: en el pasado, los poderosos Ancestros decidieron proteger el castillo fundiéndose en un solo ser y concentrando su poder en el castillo. El príncipe Adam es el escogido para recoger todo ese poder a través de una espada mágica. En el momento en que Adam empuñaba la espada y pronunciaba las palabras que aún hacen retumbar nuestros fanáticos corazones: "Por el poder de Grayskull... ¡Yo tengo el poder!", el joven se convertía en el guerrero más poderoso del universo: He-Man.

Así pues, a partir de ese momento, Adam vivirá una doble vida y ocultará su segunda identidad a sus seres queridos, hecho que sólo conocerán algunos personajes. Nadie sabe quién es en verdad He-Man, el protector y defensor de Eternia y de las fuerzas del bien. Junto a él, trabajarán los masters del universo, unos guerreros muy poderosos que ayudarán a que Skeletor y el mal nunca puedan triunfar en Eternia.

Como veis, como buena saga fantástica, esta historia contaba con muchos elementos dramáticos que construían un interesante arco narrativo para la serie, a pesar de que luego algunos capítulos de la producción de Filmation tuvieran una trama vertical un poquito más sosa e infantil.

Los personajes de la saga de He-Man

heman

  • He-Man: Cuando el jovencísimo príncipe Adam toma la espada del poder y recita la frase por todos conocida, se convierte en el poderoso guerrero He-Man. He-Man es el descendiente del Rey de Grayskull y toda la fuerza de Eternia se concentra en él. El príncipe Adam, heredero del trono de Grayskull, se convierte así en un héroe para su pueblo, aunque nunca revela su verdadera identidad, para proteger a su familia y su secreto.
  • Skeletor: el antagonista de toda esta historia. Skeletor es, en realidad, tío carnal de Adam, y su nombre real es Keldor. Es el hermano gemelo (y menor) de Randor, el heredero del trono de Eternia. Keldor siempre vivió con los celos que le causaron esta situación, hecho que aprovechó el malvado Hordak, líder de la Horda del Terror. Hordak consiguió llevar a Keldor a la práctica de magias oscuras. En un combate a muerte, el rey Randor consiguió derrotar a su hermano que, al morir, perdió la piel y la carne de su rostro y acabó convirtiéndose en Skeletor.
  • skeletor

  • Duncan: también llamado Man-At-Arms es un aliado de He-Man y de los reyes de Eternia. Ha sido consejero y ayudante del rey Randor y se ha ocupado de entrenar al príncipe Adam. Es uno de los personajes en los que mayor sustento y apoyo encuentra Adam, pues además, es de los pocos que conoce su secreto. Posee conocimientos ancestrales respecto a la creación de armas y maquinaria y por ello resulta también tan importante.
  • Sheila: supone el interés romántico de Adam en la serie, algo que nunca puede faltar, incluso si hablamos de una serie de acción y aventuras como es ésta. Es la hija de la hechicera, pero Duncan la adoptó al salvarla de los hombres de Skeletor. Responsable, valiente y cabal, es un contrapunto para Adam, mucho más ocioso y perezoso. Es capitana de la Guardia Real y está enamorada de He-man (muy del mito de Superman, como veis).
  • Cringer: es el fiel acompañante de Adam, un tigre verde que se convierte en Battle Cat cuando Adam alza la espada e invoca el poder de Grayskull. Cuando aún era un cachorro, fue salvado por Adam de la muerte, por lo que, a partir de ahí, se convirtieron en compañeros de por vida. En realidad, es un animal temeroso y tierno, sólo cuando se convierte en Battle Cat, desarrolla toda su fuerza.
  • shera
    She-ra, protagonista de su propia serie de aventuras

    Existen muchos personajes más en este complicado universo: la reina Sorceress, la hechicera guardiana del castillo de Grayskull; el simpático Orko, los guerreros Buzz-off, Stratos o Zodac; o los malvados Beast-Man y Mer-Man... toda una amalgama de personajes que va creciendo para deleitar a los amantes de esta historia.

    Tampoco podríamos olvidarnos de She-Ra. Adam tiene una hermana gemela: Adora. Es una joven que guarda en su interior un fabuloso poder. Adora es capaz de transformarse en She-Ra, la mujer más poderosa del universo. Es un reverso femenino del personaje de He-man, con sus virtudes y su valor, sólo que se especifica que She-Ra no usa la fuerza bruta, sino unos increíbles poderes mágicos. En la serie de He-man, Adora apenas tuvo intervención, pero, poco después, protagonizó un spin-off que la convirtió en la heroína de muchas niñas.

    Los amos del universo, unos muñecos con mucha historia

    heman-muneco

    El nacimiento de esta serie de dibujos que se creó en 1983 tiene, como tantos otros productos audiovisuales, una curiosa historia detrás. El origen de esta estupenda saga estuvo, en primer lugar, en la creación de unos muñecos de acción que diseñó la empresa Mattel. La gran juguetera rechazó la propuesta de fabricar los muñecos de la franquicia 'Star Wars', decisión de la que acabaría arrepintiéndose al poco tiempo.

    Tal es así, que su objetivo se convirtió en desarrollar unos muñecos de ese estilo: valerosos, con poderes mágicos, y habitantes de otros planetas. Así nació la leyenda de Grayskull y de los masters del universo. Una polémica surgió de este asunto, pues los creadores de 'Conan' acusaron a Mattel de hacer una copia de su personaje (la verdad es que también tienen muchos puntos en común y la influencia es obvia) pero, finalmente, Mattel ganó la demanda y He-Man se convirtió en leyenda.

    A partir de ahí, la estrella del personaje fue iluminándose más y más. En 1983 se creó esta fantástica serie de dibujos animados que atrapó a muchas generaciones de ávidos televidentes. La serie contó con 130 episodios y se editaron también varios cómics. El final de la serie sólo fue el despertar a otros nuevos productos. En 1990 se hizo una nueva serie llamada 'Las nuevas aventuras de He-Man', en las que el héroe había de defender el planeta Primus.

    En 2002, se hizo una nueva versión de la serie, con un look más moderno y acorde con los tiempos. Además, existen dos películas sobre los personajes de Eternia: una versión animada, de 1985, que se llama 'El misterio de la espada' y tiene tanto a He-Man como a She-Ra de protagonistas, y una versión de acción real de 1987, en la que el papel de He-Man estuvo encarnado por Dolph Lundgren. Más recientemente, Netflix dio mucho que hablar con un reboot/secuela de la serie con Kevin Smith como creador, y está en marcha una nueva película live action.

    'Luz de luna': la mítica serie de los 80 con Bruce Willis y Cybill Shepherd que, increíblemente, aún no podemos ver en streaming

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    'Luz de luna': la mítica serie de los 80 con Bruce Willis y Cybill Shepherd que, increíblemente, aún no podemos ver en streaming

    La Nostalgia TV de hoy nos lleva a una serie que muchos recordamos con gran cariño. Una propuesta que tenía que versar, como tantas otras, sobre casos detectivescos en los que robos y asesinatos vendrían a protagonizar los capítulos, pero en la que la presencia de un sello muy autoral y de dos grandes actores como Bruce Willis y Cybill Shepherd, consiguieron ofrecernos una especie de romance-intriga-humor cuya estela todavía se vislumbra en las series que se ponen en pie cada día.

    'Luz de luna' ('Moonlighting') es una serie creada por Glenn Gordon Caron (que también fue responsable de 'Remington Steele' o de la más reciente 'Medium') para la cadena ABC. Llegó a la pantalla norteamericana en 1985 y a la española en 1986, aunque después fue repuesta por Antena 3. Las cinco temporadas de las que constó, con un total de 66 episodios, colocan a la serie entre las más añoradas por la audiencia.

    Una premisa poco detectivesca

    luzluna

    ‘Luz de luna’ nos habla de la agencia de detectives Luna Azul. La modelo Maddie Hayes (Shepherd) ha de hacerse cargo de esta ruinosa agencia de investigación después de que su contable haya hecho un tremendo desfalco con todos sus bienes. La agencia no era otra cosa que una tapadera para evadir impuestos y, al frente de ella, se encontraba el vividor y despreocupado David Addison (Willis).

    A lo largo de los primeros capítulos, Addison convencía a Hayes para llevar el negocio de detectives entre los dos, como socios. El curioso nombre con que llaman a la agencia hace referencia, ni más ni menos, que al champú que Hayes habia anunciado en televisión y al que debía gran parte de su fama como modelo.

    Uno de los elementos con los que la ficción supo jugar y sacar un rendimiento máximo fue la tensión sexual entre sus protagonistas, un clásico que raras veces falla. Hayes se preocupa por el trabajo, Addison es un holgazán, los dos tienen que unirse frente a la adversidad y arrimar el hombro para sacar adelante su empresa y, nunca está de más, los dos son muy atractivos.

    La relación amor/odio entre los protagonistas alimentó las tramas horizontales de la serie, hasta el punto que muchos achacan la posterior bajada de audiencias que sufrió ‘Luz de luna’ al hecho de que los protagonistas habían resuelto esa tensión comenzando una relación, por lo que las tramas habían perdido cierto interés.

    Comedia, misterio y referencias clásicas

    La serie se considera como una de las primeras dramedias o comedias dramáticas de la televisión. Como sabéis, el término se refiere a una mixtura del género dramático con ciertos descargos cómicos que alivian la tensión y ayudan a empatizar con las situaciones. Además, el uso de unos diálogos divertidos, picados e inteligentes sirvieron para hacer brillar a muchas de las escenas de esta ficción.

    luz luna

    El propio Gordon Caron ha llegado a explicar que la inspiración para poner en marcha la serie vino de una representación de ‘La fierecilla domada’ de la que fue testigo en Central Park, protagonizada por Meryl Streep y Raúl Juliá. En la serie se pueden encontrar ciertas referencias al escritor inglés, la más evidente, en el episodio de la tercera temporada ‘Shakespeare Atómico’.

    Otras influencias que no pueden ser pasadas por alto son las de las comedias de Howard Hawks y, más concretamente, de 'Luna nueva' y ‘La fiera de mi niña’, principalmente, por lo que se refiere al uso del diálogo y a la puesta en escena de los protagonistas, personajes que no parecen tener mucho en común pero que viven una irresistible atracción que les lleva a pasar del odio al amor.

    El éxito de la serie fue primordial para los dos protagonistas. Sheperd venía de ciertos altibajos en su carrera cinematográfica que ayudó a encauzar con ‘Luz de luna’. Respecto a Bruce Willis, la serie lo desveló como un galán con esa ternura tímida de los hombres duros “de verdad”. Fue su primer éxito y un trampolín para lo que después le convertiría en una estrella de la gran pantalla.

    Otros elementos importantes

    La serie contaba con otros alicientes, como la presencia de Agnes Topisto (DiPesto en la versión original) como la recepcionista de la agencia. Casi podría representar la figura del espectador trasladada a la ficción, pues vivía como un culebrón la relación o no de sus jefes y se alegraba o apenaba con sus peripecias como cualquiera de nosotros.

    luzluna

    El personaje de Agnes estaba un poco a merced de ser el receptor de las dudas y asuntos varios de los dos protagonistas, pero en la tercera temporada, la inclusión de un nuevo personaje influyó del todo en ella. La aparición de Curtis Armstrong como Herbert Viola, un aprendiz de detective que ayudaba a Hayes y Addison, trajo para ella una trama sentimental, que se vio completada con la presencia de MacGillicudy, otro empleado de la agencia.

    Un recurso que convirtió a ‘Luz de luna’ en referente para otras ficciones fue la ruptura de la cuarta pared, ese elemento que viene del teatro. A menudo se podía ver a los protagonistas hablando a cámara, aludiendo directamente al espectador, explicando o sacando conclusiones respecto a lo que acababa de ver. La autorreferencia entra también en este saco, con numerosas intervenciones relacionadas con el hecho de que los productores o guionistas “obligaban” a que determinada escena sucediera o que la cadena (ABC) no podía permitir ciertos giros.

    luz luna

    Algo de lo que no nos podemos olvidar es del famoso capítulo (mencionado en muchas listas recopilatorias) 'La secuencia del sueño siempre llama dos veces', en el que se jugó totalmente con la vanguardia televisiva. Había momentos de ensoñación, imágenes en blanco y negro, guiños a la fantasía… La propia ABC no estaba conforme con un capítulo tan “de autor” y en el prólogo del mismo obligó a que se explicara la disconformidad de la cadena. Los productores contaron con, ni más ni menos, que Orson Welles para hacer esa introducción.

    Y muchas más curiosidades rodean a esta serie: la inclusión de números musicales interpretados por los protagonistas; el crossover con ‘Remington Steel‘; y, sobre todo, la manifiesta aversión que sufrían Willis y Sheperd el uno hacia el otro en la vida real, que convertían su suspirante tensión sexual en una guerra abierta en la grabación de la serie.

    'Primos lejanos': la serie de los 80 que engendró a 'Cosas de casa' y vuelve a despertar nostalgia gracias a 'She-Hulk' (pero no podemos ver en streaming)

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    'Primos lejanos': la serie de los 80 que engendró a 'Cosas de casa' y vuelve a despertar nostalgia gracias a 'She-Hulk' (pero no podemos ver en streaming)

    Algunos lugares forman parte de nuestro ideario televisivo colectivo, ya sean reales, ficticios o una mezcla de ambos. En 'Las chicas de oro' oíamos continuamente esas historias de Sofía que empezaban con un "Imaginad: Sicilia...". Pero Rose nos divertía con las surrealistas anécdotas de un lugar llamado, por arte de birlibirloque y los caprichos del doblaje, Senolaf; en realidad, St. Olaf (en el estado de Minnesota). Y el primo Balki nos llegó a convencer de que existía una isla griega llamada Mypos.

    'Primos lejanos' es de la misma quinta que otras míticas como 'Alf' o 'La familia Hogan'. Estas se estrenaron en 1986 (en España, Balki y Larry llegaron en 1990, de la mano de Canal+ en abierto) pero lo cierto es que en la década de los 80 las sitcoms proliferaban en la televisión americana y esta sección le debe mucho a aquella época dorada. ABC nos trajo esta comedia blanca y ligera sobre dos primos, dos perfectos desconocidos de carácter antagónico que comparten piso en Chicago y que hoy protagonizan nuestro Nostalgia TV.

    Un periodista y un pastor

    NostalgiaTV_primoslejanos

    'Primos lejanos' parte de la llegada de Balki Bartokomous (Bronson Pinchot) a Chicago para experimentar la vida en la gran ciudad y dejar atrás sus ovejas y su Mypos natal. Cuando se presenta ante la puerta del "Primo Lary" (Mark-Linn Baker) diciendo que es su primo (lejano) y con su extravagante acento, aquel no puede estar más confuso. Más aún cuando se acopla a vivir en su sofá. Pero viniendo de tan lejos, ¿cómo decirle que no? Incluso le consigue trabajos; para la temporada 3, Balki acaba convirtiéndose en el chico del correo en el Chicago Cronicle, el periódico en el que trabaja Larry.

    El griego empieza así una nueva vida de inmigrante en América, tratando de adaptarse al entorno, a costumbres completamente nuevas y al idioma, dando lugar a las típicas situaciones rocambolescas. Su nostalgia le hace recordar constantemente (llegando a ser algo cansino) su vida en Mypos: la "danza de la alegría", un baile típico de la isla, será un gag recurrente en la serie. La convivencia con Larry es un auténtico desastre: Balki tiene el don de la inoportunidad y de poner muy nervioso al maniático Larry Appleton.

    Pero, lógicamente, los primos acabarán haciéndose amigos porque Balki es socialmente torpe, pero de buen corazón. En la segunda temporada se incorporan las novias oficiales, Jennifer y Mary Ann, que lo serán hasta el fin de los tiempos de la serie: en la última temporada se casan, se embarazan a la vez y acaban compartiendo casa. Pero después de aquello, no quedaban muchas tramas por explotar. Sólo ponerle fin, después de 150 capítulos, ocho temporadas y siete años en la parrilla de ABC.

    Y 'Primos lejanos' engendró a 'Cosas de casa'

    Resulta que Steve Urkel apareció en nuestras vidas gracias a 'Primos lejanos'. Todo empezó en el Chicago Cronicle, el periódico ficticio en el que también trabajaba Harriette Winslow de ascensorista, esa persona que, no sé muy bien por qué motivo, ocupa un puesto laboral únicamente para apretar los botones por ti. Carl también fue convenientemente presentado a la audiencia como su marido. Algún genio debió pensar que estaría bien saber qué pasaba en casa de los Winslow cuando Harriette acababa su jornada laboral de operadora de ascensor. Así se gestó 'Family Matters' y, con ella, uno de los personajes más odiables de la televisión, que pronto perdió la gracia (aunque Antena 3 y su bucle de redifusión tuvieron mucho que ver en ello).

    FamilyMatters

    Y es que, como comentaba más arriba, los 80 fueron la edad de oro de las sitcoms blandas y familiares, con openings en los que veíamos a los actores (algo casi impensable hoy): 'Los problemas crecen', 'Padres forzosos', 'La hora de Bill Cosby', 'Papá Comandante', 'Las chicas de oro' y tantísimas otras. Afortunadamente, el género ha evolucionado hasta llegar al nivel de 'Modern Family', que ha puesto patas arriba el concepto de comedia familiar.

    Balki y Larry en la actualidad

    Bronson Pinchot ha participado como secundario en una lista discreta pero aceptable de películas. También ha intervenido como invitado en diversas series; su última aparición en una ficción fue en 2010, en 'Hawai 5.0'. Pero aún le quedaba algo más por hacer en televisión: desde 2012 conduce su propio programa de "rey del bricolaje" en el canal de cable DIY, llamado 'The Bronson Pinchot Project'. Al parecer, se dedica a comprar casas antigüas y reformarlas.

    BronsonPinchot

    Mark Linn-Baker ha aparecido también en numerosas series ('Padres forzosos', 'Cosas de casa', 'Ally McBeal', 'Ley y orden') pero al mismo tiempo desarrolló su faceta de director en algunos capítulos de 'Vivir con Mr. Cooper', 'Paso a paso' o 'Cosas de casa'. También lo intentó con 'The trouble with Larry', al frente de la cual puso al propio Pinchot como actor principal, el mismo año que finalizaba 'Primos lejanos'. Sin embargo, la serie sólo duró una temporada en antena. Algunas de sus últimas intervenciones televisivas fueron en un capítulo de 'The good wife', interpretando a un juez, o haciendo un memorable cameo en 'The Leftovers'.

    Actualmente, Mark Linn-Baker vuelve a estar de actualidad gracias a 'She-Hulk: abogada Hulka', la serie de Marvel y Disney+, donde da vida al padre de la heroína, Jennifer Walters (Tatiana Maslany). Seguro que muchos lo reconocisteis como el genuíno "primo lary".

    Por cierto, Factoría de Ficción repuso 'Primos lejanos' hace un par de años y Cuatro hizo lo propio en 2006. Lamentablemente, hoy en día no es posible ver la serie en ninguna plataforma de streaming. Esperemos que Netflix, Disney+, HBO, Amazon... o cualquier otra con tanto catálogo disponible, se den cuenta de nuestra necesidad y nos regalen un estreno fresquito.

    Antes de 'Breaking Bad', Bryan Cranston fue el padre de una familia disfuncional en una serie memorable: 'Malcolm', una de las mejores comedias para ver en Disney+

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    Antes de 'Breaking Bad', Bryan Cranston fue el padre de una familia disfuncional en una serie memorable: 'Malcolm', una de las mejores comedias para ver en Disney+

    Nuevo fin de semana donde en Espinof nos dejamos llevar por la nostalgia que nos despiertan esas series y programas que marcaron nuestra educación televisiva. Hay casos, como el de hoy, que nos unieron a casi todos en las mañanas de los sábados de Antena 3: ya fueras al insti o te levantaras de resaca en tu piso universitario, nada mejor para desayunar viendo la tele que un disparatado y divertido episodio de 'Malcolm' ('Malcolm in the Middle').

    El concepto de familia disfuncional no lo inventó ni mucho menos 'Modern Family'. La misma FOX experimentó antes con la situación en 'Matrimonio con hijos' y lleva 27 temporadas haciéndolo en 'Los Simpson'. En 2000, demostrando que eran los reyes de la nueva sitcom familiar, crearon un nuevo modelo con los Wilkerson.

    Malcolm Malcolm

    Aunque muchos no los conoceréis por ese nombre; por caprichos de su creador, Linwood Boomer, el apellido familiar sólo se revela en el episodio piloto. Tal vez para transmitir la idea de que Malcolm y los suyos sólo eran una familia estadounidense de clase media-baja cualquiera. Y lo eran: mucho más creíble que las versiones azucaradas de los 80. Pero eso no quiere decir que fueran del todo "convencionales".

    Echando por tierra los valores familiares

    Todo empieza con la típica escena de cocina de una familia americana de tres hijos (después sabremos que son cuatro y, a partir de la cuarta temporada son cinco). Hasta aquí, todo "normal". Es decir, lo único normal. Porque no es lo típico que tu madre esté afeitando todo el vello corporal de tu padre justo al lado de tu vaso de leche.

    O que la casa entera parezca una pocilga. Ni que alguien provoque un incendio cada dos por tres. Ni mucho menos que tu educación se base en una disciplina militar que incluye la tortura psicológica y otros drásticos métodos para lograr confesiones.

    Precisamente apodada por su familia política "sargento de infantería", Lois (Jane Kaczmarek) no es tan mala madre como parece. Aunque su nevera no esté siempre llena ni la casa limpia o el jardín parezca el de los Monster. Hace lo que puede con una prole a su cargo de niños gamberros nivel "Jackass" y otro crío encerrado en el cuerpo de su marido Hal (Bryan Cranston, SÍ, Heisenberg); más que cabeza de familia, un pelele en manos de su mujer.

    Malcolm Malcolm

    Pero en realidad es el más listo. Hal se deja la vida en el trabajo para poder cubrir los desperfectos y desastres provocados por Malcolm (Frankie Muniz) y sus hermanos, el descerebrado Reese (Justin Berfield) y el introvertido Dewey (Erik Per Sullivan). Pero en casa, prefiere dejar que sea Lois la que lleve las riendas y se preocupa más por librarse de las broncas que por echarlas.

    Un genio entre "mediocres"

    Pero no todo está perdido. Malcolm, el de en medio, resulta tener un cociente intelectual de genio, mayor que el de Albert Einstein. Por eso será el encargado de narrar las vivencias de esta familia en la que él es una excepción. Un bicho raro dentro de los raros, porque nadie le comprende. Por eso nos lo cuenta a nosotros, rompiendo la cuarta pared: otro de los muchos puntos de originalidad de la serie, que también tira de recursos de edición para darle más comicidad.

    En cuanto a las tramas, lo novedoso es que no son los valores familiares a los que estábamos acostumbrados, no es  ni políticamente correcta y sí, Lois ha odiado a todos y cada uno de sus hijos al principio. Pero es una relación de amor odio, como bien resume esta frase:

    "¡Es imposible hablar contigo, me pones de los nervios! A veces te rompería el cuello... ¿Te han llegado mis galletas?"

    Aún con todo, siete temporadas después, Lois y Hal han triunfado como padres: Malcolm acaba estudiando en Harvard a pesar de la ajustada economía familiar. Reese llega lo más alto que se puede esperar de él (conserje de instituto) y Francis acaba descubriendo qué es un trabajo.

    Lo que no han aprendido, después de cinco hijos, es de qué va eso del control de natalidad. Una vez que han conseguido echar a tres de casa, todo vuelve a empezar cuando descubren entre gritos de terror que el sexto está en camino. Quién sabe, tal vez fuera la niña, aunque nunca lo sabremos.

    ¿O sí? Frankie Muniz ha manifestado sus deseos de ver de nuevo la serie en pantalla con una secuela que nos revelaría ese detalle, además de darnos el regalo de ver otra vez a Bryan Cranston en este mítico papel y descubrir a un Malcolm en la crisis de la edad adulta ('Malcolm In The Mid-life Crisis'). Pero dejad de soñar. El actor aclaró que sólo es una idea y no hay ninguna negociación realmente sobre la mesa.

    En todo caso, estamos con él, queremos que vuelva Malcolm. Y Cranston también, al parecer, si bien ha declarado que deben encontrar una gran idea.

    El final alternativo de 'Breaking Bad'

    Bryan Cranston Bryan Cranston

    Además de comprobar que aguanta perfectamente el paso del tiempo, lo mejor de volver a ver 'Malcolm' (disponible en Disney+) es hacerlo con los ojos de 'Breaking Bad', observando a ese personaje de Bryan Cranston que es casi una broma, sabiendo lo que llegará a ser después. Es en ese momento cuando aún lo valoras más como actor. Dos padres, dos familias y dos mundos.

    Que se unieron gloriosamente en el sketch que podéis ver más abajo, tras el final de 'Breaking Bad', en el que Walter White tenía una segunda oportunidad en la vida y su trágico destino se transformaba... en otro peor. En 'Padre de Familia' ('Family Guy') también le dieron otra opción con este particular chiste que vimos en el televisor de los Griffin; en la línea violenta y ofensiva de la popular comedia animada, por supuesto.

    En Espinof:

    'El laboratorio de Dexter', una serie rompedora y la primera obra maestra de Genndy Tartakovsky... tristemente, imposible de ver en ninguna plataforma de streaming

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    'El laboratorio de Dexter', una serie rompedora y la primera obra maestra de Genndy Tartakovsky... tristemente, imposible de ver en ninguna plataforma de streaming

    Durante los años 90, Cartoon Network acogió a unos cuantos animadores que probaban cosas nuevas en los dibujos para niños, ya fuera en su estilo de animación o en sus temas y protagonistas. Así se fue labrando la reputación de la que disfruta la cadena, y todo comenzó con una serie sobre un niño científico, con un laboratorio secreto en el sótano, y que siempre está intentando que su hermana no entre en él.

    Esa serie era 'El laboratorio de Dexter' ('Dexter's laboratory'), primer título original de Cartoon Network y primer trabajo también de Genndy Tartakovsky, animador de origen ruso que posteriormente fue más conocido por el éxito en cines de la trilogía de 'Hotel Transilvania', pero que fue durante cierto tiempo uno de los nombres más prestigiosos en los dibujos animados televisivos.

    Dexter, el niño genio

    Dee Dee Dee Dee

    'El laboratorio de Dexter', como decimos, estaba protagonizada por Dexter, un niño de 9 años que es todo un genio y que, en su laboratorio secreto, inventa las cosas más locas y extrañas que podamos imaginar. O intenta inventarlas, porque aunque Dexter es un científico impresionante y meticuloso, también tiende a excitarse demasiado ante un nuevo descubrimiento y a hacer algo sin pensar que le impide completar con éxito su experimento.

    Dexter tiene una hermana mayor, Dee Dee, a la que le encanta el ballet y que, a pesar de los sistemas de seguridad que Dexter instala para proteger su laboratorio, siempre consigue entrar en él y acaba rompiendo algo. La relación entre ambos es el centro de la serie.

    Dexter siempre mira con condescendencia a su hermana; le parece que no es demasiado lista y que sólo se preocupa por tonterías como los unicornios, pero Dee Dee a veces le da buenos consejos y él siempre la ayuda si se mete en problemas.

    Dexter y Mandark Dexter y Mandark

    Dexter, además, tiene un rival, Mandark. Es otro niño de su colegio, también con una inteligencia superlativa y con un laboratorio secreto en su casa para sus inventos, pero éstos tienden siempre a buscar hacer daño y, sobre todo, fastidiar a Dexter.

    'El laboratorio de Dexter' giraba en torno a la rivalidad entre ambos y los efectos, a veces, indeseados, que tenían los experimentos de Dexter, o sus intentos por completarlos. Y destacaba no sólo por la originalidad de su tema, sino por su estilo de animación.

    ¿Quién es Genndy Tartakovsky?

    Genndy Tartakovsky Genndy Tartakovsky

    Tartakovsky era un animador casi recién salido de CalArts, o el Instituto de Artes de California (de donde han salido también los creadores de 'Hora de aventuras' e 'Historias corrientes', por ejemplo, y muchos animadores de Pixar), cuando empezó a trabajar para Hanna-Barbera.

    Había emigrado desde Moscú a Chicago con su familia cuando tenía siete años, y sus lecturas de cómics no sólo le ayudaron con el inglés, sino que terminarían influyendo mucho en su obra. Estando aún en CalArts hizo un corto que sería el germen de 'El laboratorio de Dexter' y que presentó a la muestra What a Cartoon! de Hanna-Barbera.

    De allí dio el salto, en 1995, a Cartoon Network, que hasta entonces se dedicaba a repetir viejas series de la propia Hanna-Barbera y de la división de animación de Warner, que siempre tuvo un estilo muy característico, más agresivo y excéntrico que el de Disney, sobre todo si Tex Avery estaba involucrado.

    Tartakovsky hizo dos pilotos antes de que la cadena decidiera convertir su idea en una serie de media hora de duración, que aguantó en antena cuatro temporadas y que, además, de las aventuras de Dexter, en las primeras entregas incluía otros dos segmentos: 'Dial M for Monkey', sobre un mono superhéroe, y después, 'The Justice Friends', sobre varios superhéroes que compartían una casa.

    Samurai Jack Samurai Jack

    El éxito de la serie propició a Genndy Tartakovsky la oportunidad de crear más tarde 'Samurai Jack', sobre un samurai que lucha contra un demonio que lo envía al futuro, y fue también el responsable de la primera serie de las 'Clone Wars', una aclamada serie de 'Star Wars' que se llevó dos Emmy al mejor programa animado en 2004 y 2005. Más recientemente, Tartakovsky ha realizado las series 'Primal' y 'Unicorn: Warriors Eternals', ambas disponibles en HBO Max.

    El legado de Dexter

    El éxito de 'El laboratorio de Dexter' fue el inicio de la apuesta de Cartoon Network por producir sus propias series, aunque tuvo una emisión un poco accidentada. Tartakovsky estuvo involucrado en sus dos primeras temporadas y en 'Dexter's Laboratory: Ego Trip', una tv-movie que era el final de la serie.

    Ego Trip Ego Trip

    Sin embargo, en 2001, la cadena decidió revivirla por dos temporadas más en las que su creador no estaba implicado. En ellas tampoco estaban algunos de sus anteriores responsables, como Seth McFarlane, que ya había creado 'Padre de familia' para FOX.

    La serie marcó un interesante punto de inflexión en la animación infantil al buscar un estilo más cinematográfico, dando importancia a la profundidad de campo y al entorno alrededor de los personajes, algo que ayudaba en las secuencias de acción y en los chistes. Cimentó el estatus de Tartakovsky como uno de los animadores más interesantes de Estados Unidos, y fue de las series más importantes en aquella "invasión" de dibujos un poco distintos que protagonizó Cartoon Network en los 90.

    En España, TVE la emitió dentro de su contenedor de fin de semana 'La hora Warner'. Lamentablemente, ninguna plataforma de streaming tiene la serie actualmente en su catálogo de nuestro país. ¿A qué están esperando?

    En Espinof:

    'La hora chanante', el programa de humor absurdo que lo cambió todo en la comedia española hace más de 20 años

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    'La hora chanante', el programa de humor absurdo que lo cambió todo en la comedia española hace más de 20 años

    Quizá tenéis interiorizados a cómicos como Joaquín Reyes, Carlos Areces, Raúl Cimas o Julián López como personajes televisivos recientes. Pero muchachada, hace ya 21 años del estreno en Paramount Comedy (la mayoría lo descubrimos por el boca a boca y buscando en Internet) de esa rareza llamada 'La hora chanante'.

    A unos nos enganchó para siempre. Con el resto no lograron empatizar. Y no hay segundas oportunidades: se es o no se es chanante. Es un humor especial. Contener toda su cosmogonía en un post de nostalgia televisiva es misión imposible.

    Sólo podemos recopilar lo mejor que dio de sí el programa de Paramount Comedy en sus 51 capítulos para intentar captar la esencia de su "humor dadaísta": en sus gags, personajes, testimoooooonios, la expresiones manchegas y todas esas situaciones que los fans hemos adoptado en nuestras vidas. Ahora ya no sabemos pedirle un favor a nuestro amigo informático sin acordarnos de Reyes comiendo paella o Ernesto Sevilla disfrazado de pollo, "homenajeando" a Quentin Tarantino.

    El origen de 'La hora chanante'

    La Hora Chanante La Hora Chanante

    Facultad de Bellas Artes, Cuenca. Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla, Carlos Areces y Raúl Cimas se conocen estudiando la carrera. Hacen el pataliebre, se licencian y siguen con sus vidas. Pero Reyes era (es) un humorista nato. Empezó con los monólogos y pronto llegó el encargo desde Paramount Comedy: un programa de sketches. Con total libertad para hacer lo que quisieran.

    'La hora chanante' nunca habría existido en un canal generalista. De hecho, llegó a La 2 pero cinco años más tarde y sólo cuando ya habían conquistado a más público. Reyes y los suyos han hecho muchas bizarradas que no tienen explicación. Pero su programa también es un retrato costumbrista.

    'La hora chanante' trata de hablar de tópicos, de verdades compartidas, pero siempre desde la perspectiva más ridícula. Es explorar y explotar lo divertido de cualquier situación o personaje. Y añadirle el punto de humor absurdo.

    Para contarnos que "el profesor enrollado es el que al final te la mete doblada" (una gran verdad) crearon El Bedel, un thriller con influencias murcianas. Para reflejar la idiosincrasia de la gente de pueblo (como ellos), le encasquetaron una boina a Sevilla y le convirtieron en El Gañaaaaaaán. Y a López en el típico chico que "aunque es de pueblo tiene más cultura y es guay".

    Lo más chanante

    La Hora Chanante La Hora Chanante

    En los Testimonios se han confesado personajes de toda índole, pasados por el tamiz de la parodia made in Joaquín Reyes: una caricatura con acento manchego, pero también ofreciendo un retrato (en parte) real. El punto fuerte de Reyes es cómo saca a esos personajes de contexto y los lleva a su terreno.

    Es cierto que Björk es difícil de tratar. O que Stephen King reconoció que para escribir tomó "todo lo que pueda imaginarse". Y si son ellos mismos los que te lo cuentan utilizando expresiones como "tarifé con Lars Von Trier" o "me ponía ciegaco", el resultado es puro surrealismo.

    El resto es cosecha propia y nunca sabes por dónde van a salir. Los que le acusan de que "eso no es imitar", no tienen en cuenta las increíbles caracterizaciones con las que le han transformado literalmente en gente tan distinta como Karl Lagarfeld, Anatoli Karpov, Bill Cosby o Sara Montiel. Pero también tiene mucho que ver el talento de Reyes y hasta qué nivel llega a entregarse al mamarrachismo.

    Los sketchs variaban (también en tono y nivel de surrealismo) pero había otras secciones fijas, además de los "testimonios". Todo se concentraba en 40 minutos como máximo de capítulo, y sólo estrenaban uno al mes, pero dieron para crear todo un universo de personajes: Boris Karloff, el actor reciclado de los "doblajes dadaístas" de "Retrospecter" en los que las pelis daban un giro inesperado, Super Ñoño, Chimo Bayo en modo coach, aconsejando a la juventud, El Payaso, El Gañán, Vicentín y un largo etcétera.

    Y muchos de ellos imaginados, dibujados, doblados y en algunos casos hasta interpretados por Joaquín Reyes, el alma máter del programa. Aunque los demás ya demostraron entonces su talento y prueba de ello es que todos han triunfado en la actuación, ya sea en el teatro, en el cine o en la televisión.

    El programa terminó en 2006 tal y como lo conocíamos. Después se le llamó 'Muchachada Nui', se cambiaron los Testimonios por los Celebrities ("¡Ahí va, qué chorrazo!") y Restrospecter por Mundo Viejuno. Pero seguía siendo ese mismo absurdo gracioso, inspirado en el la escuela clásica (Tip y Coll, Gila), a su manera. Y, por primera vez, en una televisión generalista (TVE) y ante muchos más espectadores.

    Los en su vida habían oído expresiones como regomello, tollina o tunante, más atónitos que los que sólo necesitamos ver la cara de Joaquín Reyes para reírnos. Es así. O le amas o le odias. Como diría Mr T:

    "En la vida existe el bien y existe el mal, porque la vida son contrarios: la noche, el día, el blanco, el negro, el melón, la sandía, el queso fresco, el queso curao, la naranja washingtona, la pera de conferencia..."

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    'Highlander', la serie de los 90 que amplió el universo de 'Los inmortales' y que merece la pena recuperar antes del remake con Henry Cavill

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    'Highlander', la serie de los 90 que amplió el universo de 'Los inmortales' y que merece la pena recuperar antes del remake con Henry Cavill

    Trasladar algunos éxitos cinematográficos a la televisión no es una novedad. Entre 1992 y 1998, se produjo directamente para sindicación en Estados Unidos 'Highlander', una serie que adaptaba a la pequeña pantalla la saga de películas que inició 'Los inmortales' ('Highlander') en 1986. Por si alguno no las conocéis, contaban la historia de Connor McLeod, un tipo normal y corriente que descubre que pertenece a una raza de seres inmortales que viven ocultos entre la población y que luchan entre ellos hasta que sólo queda uno.

    El lema de la película, "Sólo puede quedar uno", es lo que más ha quedado de ella; eso y que las luchas siempre eran con espadas, que Sean Connery llevaba unas pintas bastante indescriptibles como el maestro de Connor en toda la historia, y que la única manera de matar a un inmortal era decapitándolo, y absorbiendo sus poderes.

    Los Inmortales Los Inmortales

    'Los inmortales' lanzó a Christopher Lambert al estrellato y tuvo otras tres continuaciones en cine, una versión animada y una serie de televisión cuyo protagonista, Duncan, centró las últimas dos entregas de la saga.

    De qué iba 'Highlander'

    Duncan McLeod (Adrian Paul), como Connor, era un escocés de las Highlands que era inmortal, y tenía que enfrentarse a otros seres que pretendían acabar con él. La serie buscaba cierta continuidad con las películas arrancando también en la época contemporánea del programa, con Duncan y su novia llevando una vida normal.

    Él quiere dejar atrás el Juego, la persecución continua entre todos los Inmortales por ir eliminándose uno a uno, pero el malvado Slan Quince y el propio Connor lo arrastran de nuevo a la rueda.

    'Highlander' mostraba, así, cómo Duncan va luchando con todos los Inmortales que intentan matarlo, y cómo su condición afecta a su relación con la gente a su alrededor. Algunos capítulos se centraban también en momentos de su vida pasada, permitiendo que la serie pudiera saltar entre el siglo XVII y el XX, las aventuras de capa y espada y las peleas en entornos industriales de su época.

    Lo que se buscaba era acción y aventura, ampliando el mundo de las películas (de las que sólo había dos cuando se estrenó la serie), y añadiendo alrededor de Duncan no sólo a su novia sino a un ladrón que entra a robar en su tienda una noche, y descubre a Duncan peleando contra Slan, y al narrador de los títulos de crédito, un observador que lo ayuda aunque los de su grupo no deberían involucrarse en el Juego de los Inmortales.

    Aunque 'Highlander' tenía otro protagonista, la idea original era que contara nuevas aventuras de Connor McLeod. Sin embargo Christopher Lambert no estaba interesado en hacer televisión. Por esa misma razón, el piloto de la serie, que al principio iba a ser la tercera entrega de la saga, acabó convertido en un capítulo de duración normal.

    Un éxito internacional

    'Highlander' es un caso de coproducción internacional desarrollada directamente para la sindicación en Estados Unidos, como 'La femme Nikita' o 'Xena, la princesa guerrera', que acabó teniendo un gran éxito. La desarrolló inicialmente la productora francesa Gaumont, aliada con una productora canadiense, para aprovechar el tirón de las películas, pero su idea era contar con Lambert como protagonista.

    Highlander Highlander

    Cuando esa opción quedó descartada, se eligió a Adrian Paul, un actor británico prácticamente desconocido para el que 'Highlander' fue su proyecto de mayor envergadura. De hecho, las series temporadas que la serie estuvo en antena le permitieron participar en las dos últimas películas de la saga, la última en 2007.

    Su estilismo, muy noventero, era una de las cosas más reconocibles de la serie, con largos abrigos sin forma, su coleta y su katana. 'Highlander' eran aventuras sin mayores pretensiones, con un aspecto visual en el que se notaba que no había grandes presupuestos, pero se quería contar una mitología muy vasta como la de los Inmortales y sus luchas.

    También se buscaba que la serie remitiera a las películas, ya fuera por el nombre de su protagonista, o por la aparición en el piloto del propio Duncan, o utilizando en los títulos de crédito 'Princes of the Universe', una de las canciones que la banda Queen compuso para 'Los inmortales'.

    Curiosamente, este universo se resiste también a morir. Como decíamos, hubo también una serie de dibujos animados, 'Highlander: Search for vengeance', un spin-off titulado 'Highlander: The Raven' centrado en Amanda (Elizabeth Gracen) y ha habido igualmente libros y cómics sobre las aventuras de los McLeod. Es un mundo bastante amplio para ese remake cinematográfico que lleva preparándose desde hace años y que finalmente llegará con Henry Cavill en la piel del protagonista.

    Merece la pena recuperar la adaptación televisiva de 'Highlander' antes de la nueva película aunque en España hay que recurrir al formato físico porque, lamentablemente, no se encuentra en ninguna plataforma de streaming.

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    'Roma', el épico fracaso de HBO que dio origen a 'Juego de tronos' y marcó un antes y un después en las series históricas

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    'Roma', el épico fracaso de HBO que dio origen a 'Juego de tronos' y marcó un antes y un después en las series históricas

    El 28 de agosto de 2005, HBO estrenaba una de las series más ambiciosas de su historia: 'Roma', una reconstrucción de la Roma clásica que aspiraba a mostrar cómo eran realmente sus habitantes, cómo era su vida cotidiana, qué había detrás de las enormes columnas y las estatuas de mármol blanco que han llegado hasta nuestros días. ¿La respuesta? Sangre, sexo y un estallido de colores.

    Si añadimos a eso intrigas por el poder y conspiraciones variadas no sólo tenemos lo que era 'Roma', sino que parece que estamos ante un resumen muy simplificado de 'Juego de tronos'. Porque las dos temporadas del paso de la República romana al imperio de Octavio Augusto fueron para HBO el precedente más claro de lo que haría después con los dragones y las guerras por el Trono de Hierro.

    De qué iba 'Roma'

    La serie seguía a dos legionarios, Tito Pullo y Lucio Voreno, que regresan a Roma tras haber combatido con Julio César en la campaña de las Galias. Voreno es un romano de principios tradicionales y un hombre de familia cuya esposa, Niobe, cada vez se siente más frustrada en casa. Pullo, por su lado, no tiene ninguna atadura y se dedica a vivir la vida sin ninguna preocupación. Los roles de ambos personajes, y sus convicciones, van evolucionando conforme entran en contacto con las familias que se disputan el poder en la ciudad.

    Roma Roma

    En la primera temporada, 'Roma', contaba la guerra civil entre Julio César y Pompeyo y el ascenso y caída del primero como dictador, poniendo las primeras piedras de lo que luego será el Imperio. El principio de ese periodo se mostraba en la segunda temporada, en la que se veía a Octavio Augusto convirtiéndose en el primer emperador. Esos procesos históricos se veían al mismo tiempo que teníamos vistazos a las costumbres cotidianas de los romanos, con sus esclavos, sus cultos religiosos y muchas menos inhibiciones que en la sociedad actual.

    Las maniobras políticas no sólo se veían en la búsqueda de apoyos contra César en el Senado si no, muy especialmente, en las estrategias pergeñadas por Atia, sobrina de Julio César y madre de Augusto, y Servilia, madre de Bruto y amante de César. Las manipulaciones de Atia para conseguir que su hijo suceda a César y la venganza puesta en marcha por Servilia dejaban algunos de los mejores momentos de la primera temporada y eran la puerta de entrada de los espectadores hacia el día a día de las familias nobles romanas.

    Lo que aprendió 'Juego de tronos'

    'Roma' fue muy bien recibida en su momento. Después de 'Deadwood', que desmitificaba el western, la serie creada por Bruno Heller se dedicaba a quitar el polvo a la historia de la Roma clásica, presentando a sus personajes como personas tridimensionales y a la ciudad, como un lugar vivo, sucio y con bastantes problemas. Las tentaciones de Voreno por ascender en la escala social, y la progresiva toma de conciencia de Pullo, otorgaron a la serie un corazón ético y moral que el resto de personajes no tenían, o mostraban menos a menudo.

    Roma Roma

    Para HBO, 'Roma' fue un desafío de producción demasiado elevado para 2005. El propio Bruno Heller explicaba, años más tarde, que "Roma fue la primera serie que HBO rodó fuera del país, con un gran presupuesto, y que era de época. Muchos de los directores y productores son los mismos [de Juego de Tronos]. Tronos es una serie brillante, brillantemente ejecutada. Una de las razones por las que continuará es que hay una serie de libros que garantizan a los jefes que hay una estructura. Uno de los retos, desde el punto de vista de HBO, era que Roma tenía una estructura grande y ambiciosa, pero la íbamos inventando sobre la marcha, en lugar de tener esos libros maravillosos".

    La serie se rodaba en los estudios italianos de Cinecittà, donde se construyeron enormes decorados que reconstruían las calles de la Roma clásica, y se considera que la producción fue de las más caras en la historia de la televisión. Las dificultades de esa producción en Italia, mientras los ejecutivos estaban en Estados Unidos, forzaron, por ejemplo, que la segunda temporada tardara dos años en verse y que, al final, HBO cancelara 'Roma' antes de que esa segunda temporada se emitiera porque los costes del rodaje en Cinecittà eran demasiado elevados.

    La experiencia de 'Roma' permitió a la cadena aprender de sus errores y, cuando llegó el momento de poner en pie 'Juego de tronos', con su rodaje repartido en varios países europeos y un reparto muy amplio, ya se sabía cómo organizar la producción para que fuera más efectiva.

    El legado de 'Roma'

    En España, 'Roma' fue una de las puntas de lanza en el nacimiento de Cuatro, que la emitió en sus primeras semanas de su vida como una de sus grandes apuestas y una muestra, en aquel momento, de su confianza en la ficción extranjera, derivada también de la imposibilidad inicial de emitir cine.

    Roma Roma

    La serie recibió buenas críticas, que se volvieron más tibias en una segunda temporada que intentó condensar en sus capítulos finales la historia que Heller tenía prevista para los siguientes años. Y sorprendió inicialmente su decidida apuesta por la violencia y el sexo muy explícitos, sobre todo en los primeros episodios, en los que quería mostrar al espectador que no iban a ver un peplum de sobremesa.

    Como ocurrió después con 'Juego de tronos', 'Roma' tiró de un amplio reparto de estupendos actores británicos que, después, se hicieron muy conocidos, como Ciarán Hinds (César), Polly Walker (Atia), Lindsay Duncan (Servilia), Kevin McKidd (Moreno), Ray Stevenson (Pullo), Indira Varma (Niobe) o Tobias Menzies (Bruto). Además, lo que quedó de su set (parte se destruyó en un incendio) fue utilizado posteriormente por 'Doctor Who' para rodar un capítulo de su cuarta temporada: 'The Fires of Pompeya'.

    'Roma' estableció un nuevo estándar para las series históricas, con sus detallistas reconstrucciones de los escenarios y su mirada más centrada en el retrato psicológico de sus personajes, sus motivaciones y su evolución a lo largo de los diferentes episodios. Y fue para HBO un gran aprendizaje a la hora de lanzarse a una producción todavía más grande y ambiciosa como 'Juego de tronos'.

    'Roma' está disponible para ver en HBO Max

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    "Esta es la historia de un nostálgico que no creía más que en Dios, en Franco y en Don Santiago Bernabéu". Hoy recordamos 'Lleno, por favor'

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    Un fin de semana más nos dejamos llevar por la nostalgia TV y viajamos a nuestro pasado televisivo. A veces con cariñosa melancolía; otras, como hoy, con cierta vergüenza ajena y sentimiento de culpabilidad por atesorar recuerdos como el de la serie de la que os vengo a hablar: 'Lleno, por favor'. Una vieja gloria de esa etapa tan productiva de la ficción española que no miró pelo: las aventuras de dos albañiles, o de cuatro canguros o de una genia de la lámpara personificada en Paz Padilla.

    Nos conformábamos con poco. Por aquel entonces sólo veíamos lo que echaban por la tele. Y aunque ya existían las privadas y había más oferta que años atrás, éstas estaban aún en pañales en lo que a la calidad se refiere. También la ficción nacional y el gusto aún no educado de los espectadores. Salvo excepciones como 'Los ladrones van a la oficina' o 'Farmacia de guardia', en los 90 Antena 3 llenó de morralla en su parrilla.

    Veni, vidi, venci

    'Lleno, por favor' se estrenó en octubre de 1993 y se despidió tras una única temporada y 13 episodios. Y no desapareció por un problema de audiencia. De hecho, alcanzó cifras que más quisieran muchas hoy en día: más de cinco millones de espectadores en su estreno, cerrando la temporada pasando de los siete millones y con un más que digno 42,1% de share.

    Tal vez es que las tramas de una gasolinera regentada por un franquista, madridista y ultracatólico no dieran más de sí. Objetivamente, al público le gustó porque las cifras no engañan. Pero sabemos de sobra que la relación entre audiencia y éxito no siempre es coherente. Aún con todo, es admirable el jugo que le sacó a aquel escenario tan simplista el creador de la serie, Vicente Escrivá.

    Por aquella gasolinera de autopista que parecía estar en mitad de la nada, si no fuera por el pueblo que hacía de atrezo al fondo (en la ficción, Sotoalto, en la realidad, Meco, ambos pertenecientes a Madrid) pasaron hippies, una familia desalmada que abandonó al abuelo e incluso el Papa. Y un coro de secundarios entre los que destacaban Santiago Ramos, taxista y hermano díscolo de Pepe o el caricaturesco Santiago Urrialde.

    Las tramas exploraban el costumbrismo más rancio. Don Pepe (Alfredo Landa) era un hombre de valores arcaicos. Un hombre de misa diaria, incapaz de aceptar el progreso (conduce un sidecar), de firmes principios y fuerte carácter, aunque noble (no olvidemos al huérfano que adoptó).

    Lleno Por Favor Lleno Por Favor

    Un carácter que, para poder aprovechar el juego que da siempre lo del choque generacional, contrastaba con el de su hija Trini (Lydia Bosch) y su forma de vestir o la elección de su novio (un camionero, lo cual tiene lógica) o los de El Gasofa (Miguel Molina), un empleado un tanto macarra.

    Por qué triunfó una serie como 'Lleno, por favor'

    Básicamente, la serie triunfó porque era 1993 y, como comentaba al principio, el listón estaba más bien bajo, teníamos menos con lo que comparar. Además tiraron de una fórmula que en los 90 funcionó: la de contar con actores de cine y teatro formados en la vieja escuela; Arturo Fernández en 'La casa de los líos', Andrés Pajares en 'Ay Señor, Señor' o Lina Morgan en 'Hostal Royal Manzanares' son sólo algunos ejemplos.

    En ésta hicieron lo propio recurriendo a estandartes del cine español como Alfredo Landa o su mujer en la ficción, Beatriz Carvajal (Doña Filo), con los que se aseguraban el favor del público más adulto y, al fin y al cabo, el que decidía que veíamos los demás.

    Para mantener el enganche del espectador mantuvieron la tensión sexual no resuelta entre Trini y Satur (Jesús Cisneros), su pagafantas particular durante toda la temporada: él siempre ha estado enamorado de ella, pero le pierde su bondad. Por otra parte, el principal "atractivo" era ver a Landa en ese personaje de antihéroe (pero no de los que molan) y su capacidad para gritar cada vez más alto. O esperar que pronunciara su catchphrase: "Yo sólo creo en Dios, en Franco y en Don Santiago Bernabéu".

    'Lleno, por favor' está disponible para ver en Atresplayer

    En Espinof:

    'Mazinger Z', el mítico anime que nació en un atasco de tráfico y popularizó el género mecha

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    'Mazinger Z', el mítico anime que nació en un atasco de tráfico y popularizó el género mecha

    "¡Puños fuera!"

    A menudo en Espinof nos dejamos llevar por la nostalgia para recordar estupendas series y programas de televisión de las que marcaron época. ¿Os acordáis de 'Mazinger Z'? Fue una auténtica revolución a todos los niveles y para los niños del momento supuso una nueva ventana hacia un tipo de animación que se hacía en otro lado del mundo, Japón, con una cultura muy distinta e interesante. 'Mazinger Z' cambiaría para siempre nuestro concepto de los dibujos animados.

    Un robot mítico

    Hoy en día, 'Mazinger Z' ('Z Majingā Zetto' es el título original) es uno de los iconos pop más importantes de la industria cultural. Su sola mención levanta una ola de comentarios más que positivos de unos fans que, con el paso de lo años, incluso se han visto incrementados en número. 'Mazinger Z' es creación del escritor y dibujante japonés Gō Nagai, que comenzó a publicar el manga en 1972.

    Go Nagai Go Nagai

    Rápidamente, la historia se convirtió en un éxito y la cadena Fuji TV, de la mano del mítico estudio Toei Animation, dio luz verde al anime ese mismo año. 'Mazinger Z' está considerada como la serie que inició el género mecha, cuyo protagonismo suele basarse en gigantescos robots tripulados por seres humanos, como si se tratara de vehículos.

    El autor de esta inmortal serie era un apasionado de las series que trataban sobre robots, como 'Ironman' o 'Astroboy', y su sueño era crear su propia historia con este tipo de personajes.

    La revolución que planteó Nagai venía del hecho de que el robot fuese comandado desde el interior por una persona, logrando un tipo de simbiosis que provocaba que el humano tuviera las facultades extrasensoriales del robot mientras que la máquina adquiría, a su vez, ciertas características emocionales del humano.

    Cuenta el propio Go Nagai que tuvo la idea de Mazinger Z en un atasco de tráfico, cuando imaginó cómo podría escapar de esa situación si su coche tuviera extremidades que le permitieran andar.

    El poderoso Mazinger Z

    El fabuloso argumento arranca con el descubrimiento, en unas ruinas micénicas, de unos poderosos robots que fueron enterrados allí. El Doctor Infierno, haciendo gala de su nombre, quiere usar estas máquinas para dominar el mundo. Pero el profesor Kabuto se opondrá a sus planes, gracias al desarrollo de un poderoso robot creado a partir de un elemento nuevo que sólo se encuentra en Japón y que se llama japonium. Así nace Mazinger Z.

    Mazinger Z Mazinger Z

    Algunos de los increíbles hitos que este robot de 18 metros puede conseguir radican en la energía fotoatómica que usa para alimentarse. Puede levantar hasta 150 toneladas y sus armas son muy poderosas.

    Uno de esos "golpes" maestros, con los que consigue vencer a sus enemigos, es el llamado "¡Puños fuera!", con el que, gracias a la potencia atómica, consigue lanzar sus antebrazos para golpear a su rival. Los puños vuelven después a acoplarse al cuerpo de Mazinger.

    Pero dispone de muchos más recursos: tenemos el "Fuego de pecho", que nace de sus pectorales y puede alcanzar temperaturas superiores a los 30.000 grados; el rayo fotónico, un láser de energía fotónica que sale de sus ojos; el rayo congelante, que se dispara a través del radar que tiene en la cabeza; los misiles perforantes; los cohetes digitales o el guantelete de hierro.

    Los buenos contra los malos

    'Mazinger Z' es una historia sobre el clásico conflicto de la lucha entre el bien y el mal. El profesor Kabuto es el genio científico que crea a Mazinger pero es asesinado y el control del robot pasa a su nieto Koji, auténtico protagonista de la serie. Koji es el piloto de Mazinger, un adolescente que se convierte en el salvador de la humanidad.

    Koji Koji

    También son muy importantes para la historia el profesor Yumi, que trabajó junto a Kabuto en el desarrollo de la energía fotoatómica; o Sayaka, la chica de la historia que nunca puede faltar. Sayaka es la hija de Yumi y se convierte en la mejor compañera de Koji al hacerse con los mandos de la no menos mítica Afrodita A, otro robot tripulado.

    En el "equipo" de los malos encontramos al ya mencionado Doctor Infierno, un brillante científico con oscuras intenciones hacia la humanidad, como viene a ser dominarla completamente. Otro de los personajes más recordados es el Barón Ashler, un enigmático individuo, mitad hombre, mitad mujer, cuya compleja sexualidad le convertía en un ser fascinante para el público de aquella época.

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    'Las chicas Gilmore', una encantadora historia de maduración con diálogos ingeniosos, un toque excéntrico y un pueblo idílico

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    'Las chicas Gilmore', una encantadora historia de maduración con diálogos ingeniosos, un toque excéntrico y un pueblo idílico

    Durante su primer año de vida, The CW tenía un eslogan para su programación de la noche de los martes que resumía a la perfección una parte de la personalidad de Lorelai Gilmore: "La vida es corta, habla rápido". Aquella temporada 2006/07 vio coincidir en el mismo día a 'Las chicas Gilmore' ('Gilmore Girls'), procedente de The WB y creada por Amy Sherman-Palladino, y 'Verónica Mars', emitida inicialmente en UPN, pero ninguna de las dos pasó de aquel mes de mayo.

    La primera de ellas había sido uno de los pilares de la programación de The WB, dándole una vuelta de tuerca a sus típicas series familiares con adolescentes intensos al situar en su centro a Lorelai, madre soltera que trabaja como encargada en un hotel, y su hija Rory, a la que tuvo con 16 años y con la que mantiene una relación más de amigas que materno-filial.

    Gilmore Girls Gilmore Girls

    A su vez, Lorelai tenía que lidiar con sus padres, con dinero y buena posición y que nunca entendieron que ella decidiera marcharse de casa y ganarse la vida por su cuenta cuando se quedó embarazada. De hecho, cuando arranca la serie, hace años que no se hablan.

    Emily, Lorelai y Rory

    El centro de 'Las chicas Gilmore' era la relación entre la abuela, la madre y la hija, las tres generaciones de mujeres Gilmore, que se parecían más de los que les hubiera gustado admitir. Lorelai se ve obligada a recuperar el contacto con sus padres para poder pagar el instituto privado de Rory, una chica muy estudiosa y brillante.

    Sus padres acceden con la condición de que ambas cenen con ellos todos los viernes. Esas cenas se convirtieron en uno de los momentos más álgidos de las primeras temporadas de la serie, porque concentraban las escenas más emocionales y, al mimos tiempo, algunos de sus mejores gags.

    Gilmore Girls Gilmore Girls

    Porque, aunque pueda parecer que 'Las chicas Gilmore' era un dramón (y lo era en ocasiones), en realidad se trataba de una serie repleta de un sentido del humor un poco particular, un encanto a veces un tanto excéntrico basado en el lanzamiento de referencias pop a diestro y siniestro y en la capacidad de Lorelai para hablar más rápido que una ametralladora.

    Este papel lanzó a Lauren Graham, capaz de manejar los diálogos veloces de Sherman-Palladino como una experta y que otorgaba a Lorelai inteligencia y encanto, aunque a veces podía ser bastante neurótica.

    Su relación con Rory (Alexis Bledel) fue lo que siempre destacó de la serie. Las dos tenían sus más y sus menos con los hombres (los fans seguro que recuerdan todavía aquel triángulo amoroso entre el perfecto, en apariencia, Dean y el "malote" Jess), se apoyaban en lo que hiciera falta y eran grandes fans de las pizzas y las chucherías para ver la tele.

    Las altibajos en su relación, como los que hubo en las temporadas quinta y sexta, causaban al mismo tiempo baches en la calidad de la serie. 'Las chicas Gilmore' era, sobre todo, la historia de maduración no sólo de Rory, sino también de su madre.

    La TSNR entre ella y Luke, el dueño del café local, era otra de esas subtramas que mostraban la inseguridad de Lorelai, sobre todo porque Christopher, el padre de Rory, seguía apareciendo en sus vidas. Luke, por otro lado, nos lleva a la otra pata importante de la serie: los habitantes de Stars Hollow, el pueblo donde vivían las Gilmore.

    El peculiar Stars Hollow

    Los diálogos, la personalidad de Lorelai y algunas de las maneras de contar sus historias de la serie estaban muy influenciados por las comedias del Hollywood clásico, sobre todo las de los años 40, en las que se hablaba muy rápido, sus personajes eran bastante ingeniosos y divertidos y no era raro que hubiera una protagonista femenina un poco peculiar.

    Las "screwball comedies" son buen ejemplo de ello, o las películas de Frank Capra, por ejemplo, solían tener o a una familia excéntrica o un pueblo excéntrico, que es el camino por el que optó Amy Sherman-Palladino.

    Stars Hollow Stars Hollow

    Stars Hollow era una parte tan importante de la serie como la relación entre Lorelai y Rory. Los festivales de todo tipo (desde el arte vivo al maratón de baile), las personalidades un poco extremas (como Kirk y sus múltiples trabajos), la gente que se sale de la norma como Lane, la amiga de Rory, obsesionada por la música contra los deseos de su tradicional familia coreana...

    Todo eso contribuía a darle su encanto a un pueblo que siempre parecía estar en un idílico otoño, y para el que Sherman-Palladino se había inspirado durante un viaje en coche por Connecticut.

    El legado de 'Las chicas Gilmore'

    La serie estuvo en antena entre 2000 y 2007, con la última temporada dando el salto a la nueva The CW, y aunque fue un gran éxito, su emisión no estuvo exenta de problemas. Amy-Sherman Palladino la abandonó en la sexta temporada al no llegar a un acuerdo para la renovación de su contrato, y la séptima terminó siendo la última porque la cadena no consiguió convencer a Lauren Graham y Alexis Bledel de que hicieran una temporada más.

    No obstante, en 2016 se lanzó en Netflix 'Las 4 estaciones de las chicas Gilmore' ('Gilmore Girls: A Year in the Life'), un "revival" en forma de miniserie de 4 episodios que volvería a contar con la creadora y las estrellas en un reencuentro muy disfrutable para los fans que mantenía lo que funcionaba en la serie original.

    Curiosamente, la cancelación de la serie en 2007  acabó arrojando una larga sombra sobre cualquier programa posterior ambientado en un pueblo un poco peculiar, como 'Hart of Dixie', o que otra relación madre-hija muy estrecha acabe siendo comparada con la de Lorelai y Rory. Sherman-Palladino intentó una variación de 'Las chicas Gilmore' con 'Bunheads', tristemente cancelada en ABC Family. Posteriormente sí tuvo más éxito con 'La maravillosa Sra. Maisel' ('The Marvelous Mrs. Maisel').

    Melissa McCarthy en Gilmore Girls Melissa McCarthy en Gilmore Girls

    Además de hacer conocidas a Graham, Bledel, a Matt Czuchry y a Melissa McCarthy (que era Sookie, la cocinera del hotel de Lorelai), la serie sirvió de plataforma para directores y guionistas como Leslie Linka Glatter, Jennie Snyder Urman ('Jane the Virgin'), Jane Espenson, Bill Prady o Jenji Kohan.

    En España, 'Las chicas Gilmore' se emitió originalmente en La 2, haciendo doblete con 'El ala oeste de la Casa Blanca' o con 'A dos metros bajo tierra', dos de las grandes joyas de HBO, en lo que era un bloque de programación bastante particular.

    En Espinof:

    'La hormiga Ferdy', la clásica serie infantil con buenos valores que tenía su lado gamberro y soltaba frases como: "A todos nos llega nuestra hora"

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    'La hormiga Ferdy', la clásica serie infantil con buenos valores que tenía su lado gamberro y soltaba frases como:

    La nostalgia es un sentimiento muy de domingo: en cuanto llega este día ya estamos sintiendo morriña por el finde que se va. Por eso en Espinof dedicamos el día a rememorar algunos de nuestros recuerdos televisivos; algunos, escondidos en algún recóndito lugar de nuestra memoria. Ni siquiera somos conscientes de que están ahí, porque nunca volvemos a pensar en ellos.

    Pero basta una canción para reavivarlos. Sí, puede que muchos no sepáis quién es 'La hormiga Ferdy' porque ni siquiera habíais nacido, criaturas. Pero los de la Generación Bola de Cristal (va por nosotros) canturreábamos cada sábado, después del telediario, esta melodía...

    Un personaje casi centenario

    "-Ferdy es valiente, Ferdy, inteligente, tiene gran valor, (Ferdy es valienteee)...
    Es el más querido, Ferdy, por sus amigos, él es el mejor (el mejooooor)."

    El daño ya está hecho: no os la podréis quitar de la cabeza en una semana. Muchos habréis descubierto que os la sabíais, palabra por palabra. Pero vuestro recuerdo del "simpático" personaje va a cambiar, os lo aseguro. Los que no sabéis nada de Ferdy os estaréis imaginando la típica serie blanca y ñoña. La historia de unos insectos que son amigos, viven el el bosque y se ayudan los unos a los otros. Básicamente ese sería el storyline.

    Pero Ferdy era mucho más subversivo que todo eso, como veréis. Antes, repasemos la historia del personaje, que no nació como serie animada sino como protagonista de una viñeta en una revista checa en 1927. Se llamaba Ferda y sus historias eran para adultos.

    En 1933, con la guerra como tema principal de sus metáforas gráficas, Ferda pasó a publicarse en un periódico. En 1936, su creador, el ilustrador Ondřej Sekora, lo adaptó al público infantil en una serie de libros.

    Y entonces le llegó la fama: película con marionetas, historias narradas para gramófono... Y, con casi 60 años, su propio show en televisión o una representación musical en la Ópera de Praga. Fueron los alemanes y no los checos los que en 1984 adaptaron el personaje a serie infantil de 26 capítulos y la llamaron Ferdinand ('Die grosse Abenteuer des kleinen Ferdinand').

    A España llegó como 'La hormiga Ferdy' cinco años después para sustituir a un mítico: 'Isidoro'. Por supuesto, en TVE, porque aparte de algunas autonómicas, no había otra cosa: primero en la 1 y, en 1990, en La2.

    ¿De qué iba Ferdy?

    Ferdy es una hormiga macho, "alegre y servicial". Vive en el bosque, junto a otros insectos perfectamente organizados en una microsociedad, que contaba, incluso, con su propia policía. Su medio perro medio mariquita Fisgón, su mejor amigo, el escarabajo Torpón, su caballo-saltamontes o la araña Arámbula eran otros de los protagonistas. Ferdy y el resto (o al menos esa era la intención al convertirla en serie infantil) nos enseñaban los típicos buenos valores: respeto, amistad, solidaridad...

    Ferdy Ferdy

    Pero habría que añadir algunos matices a este argumento. Sí, era la historia de unos bichos y su día a día en el bosque. Sí, transmitía buenos valores. Pero también tenía un lado "Thug Life" que jamás entendí cuando era pequeña; momentos en los que Ferdy se ponía macarra.

    Cierto que ayudaba a sus amigos y con su servicio de reparación de electrodomésticos, que, en contra de toda lo que la economía nos ha enseñado sobre oferta y demanda tenía éxito, prestaba un servicio a esta pequeña sociedad (porque nunca se le vio cobrar por ello). Hasta aquí todo bien. Pero cuando la supervivencia estaba en juego, o a veces por muchísimo menos, Ferdy recurría a métodos poco ortodoxos.

    Por eso es tan irónico que el ABC recogiera así la noticia de su estreno: "Este tipo de dibujos parece responder a los deseos de la Comisión de Control Parlamentario de RTVE, que se ha mostrado partidaria de evitar los mensajes violentos e insolidarios en los programas infantiles". Juzguen ustedes mismos. Esto es lo que hace Ferdy con tipejos como Óscar, el caracol, que roncan demasiado fuerte:

    Ferdy Ferdy Tengo una idea: metámosle esta bomba en su concha para que se largue de aquí.

    Al bueno de 'Bob Esponja', por muchísimo menos que esto le acusaron de exaltación del terrorismo. Imaginaos si esos que se chivaron de Bob vieran esta escena o el uso y abuso de tabaco, alcohol y benzodiacepina (sedantes varios) de la araña Arámbula (todo por los ronquidos).

    El botiquín de Arámbula la araña El botiquín de Arámbula la araña El botiquín de Arámbula la araña

    Sin embargo, Ferdy y sus amigos no eran los malos. Las malas eran las libélulas. Que, por cierto, además trabajaban como aviones (Libélulas Líneas Aéras) que comunicaban el aeropuerto con distintas zonas de este micromundo. Tampoco eran la única amenaza: repito, no iba de unos amiguitos que vivían en paz y en armonía; a veces se querían comer los unos a los otros, como es natural. "A todos nos llega nuestra hora", reconocen en un episodio.

    Rodeado de insectos más grandes que tú y otros enemigos, eso puede ser en cualquier momento. Menos mal que de vez en cuando Ferdy lanzaba un mensaje pacifista como: "No podemos permitir que se ahogue", después de enredarle las alas a una libélula y tirarla a una charca. Pero cuando se trataba de sobrevivir, Ferdy no siempre mostraba piedad: reduce a su némesis, el oso hormiguero, atando su lengua a un tronco (sí, al parecer lo de enredar era su marca personal).

    Gwendolyn Gwendolyn

    Pese a que nos la venden como un personaje alegre viviendo mil aventuras también tenía muchos momentos depresivos. Ferdy estaba enamorado de Gwendolyn, una mariquita rubia, egoísta y presumida que le humillaba constantemente dejándole claro que estaba fuera de su liga mientras él se desvivía por ella. Y lo asumía con resignación, como un deber: "Las cosas que tiene uno que hacer por complacer a una dama".

    A nivel de calidad artística, no es muy diferente del resto de dibujos de la época. Por temática y "escenarios", es fácil relacionarlos con otros como 'La abeja Maya' o 'Belfy y Lillibit'. Eso sí, el doblaje era bastante lamentable y la mayoría de las veces ni siquiera mueven la boca cuando hablan. Bendita inocencia la nuestra, que en aquellos tiempos nos parecía todo bien.

    En Espinof:

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